- Dicen en el PSOE que se va a rodear de un equipo "con experiencia".

- Hemos tenido una primera reunión para preparar la toma de posesión del martes. Quiero hablar con todos los senadores. Quiero que tengan mucho protagonismo, que no haya una voz única. Desde luego es muy importante contar con gente al principio que tenga mucha experiencia.

- Se escucha el nombre de Matilde Fernández.

- Es alguien a quien respeto y admiro, junto con Carmen Romero. Ambas han tenido un papel muy especial. Fueron las primeras mujeres, cuestionadas por otros partidos, que se comprometieron con las políticas de discriminación positiva.

- Y usted la primera mujer portavoz en el Senado. ¿Es una carga, una responsabilidad o un topicazo?

- No creo que sea un topicazo. Es bueno poner en valor esas cosas. ¡Es que no estábamos ahí! No porque no haya mujeres capacitadas, que las hay, tantas como hombres. Visualizarlo significa que estamos en una etapa distinta. Las mujeres empiezan a tomar decisiones. Hay muchas mujeres detrás de la que pone la cara y la voz.

- Seguro que le han preguntado mucho estos días por lo de la conciliación familiar. Incluso sobre sus méritos para llegar hasta aquí. Si fuera hombre, no creo que fuera así.

- Sí, sí. Discursos sobre los méritos, pues tristemente siguen siendo habituales. Es que es para contestar: "Pues mire, en todo caso, los mismos que los suyos. O quizás más. En todo caso, haga usted el esfuerzo de no preguntar eso". Y el cuestionamiento de cómo conciliar la vida familiar. "Igual que mi marido, el problema lo vamos a tener los dos". Es un camino que nos queda por recorrer.

- Quizás por eso hay mucha autocatalogación de feminista en público, aunque luego no lo sea. No sé si es su caso.

- Hay palabras que se demonizan. Como revolución. Significa seguir evolucionando. No hay palabra más bonita. La palabra feminista no tiene ninguna connotación negativa. Es trabajar por la igualdad.