El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, insistió ayer en que "el único fin" por el que trabaja su Ejecutivo es del "prevenir, combatir y terminar" con el terrorismo de ETA. Una labor que el PSOE desarrolla mientras "el PP se enfrenta al Gobierno" en materia de lucha antiterrorista, algo que más que "crispación" definió como "una forma de hacer oposición". Además, Zapatero pidió "no anticipar hipótesis" con la presencia de Batasuna en las próximas elecciones y reclamó "ver las candidaturas y sus condiciones y hasta que punto caben o no en la Ley".

Rodríguez Zapatero se pronunció así en el transcurso de un encuentro con periodistas en Berlín, donde se conmemoró el 50 aniversario del Tratado de Roma. El jefe del Ejecutivo reiteró que la violencia ya no tiene "ninguna cabida ni futuro" en un país democrático como España, al tiempo que remarcó que "todo" lo que hace el Ejecutivo es para buscar el fin de la violencia "o si se quiere, para la paz".

"Máxima cautela"

No desperdició la oportunidad de criticar que el PP haya decidido convertir la política antiterrorista en el "eje central" de su tarea de oposición, mientras que la "responsabilidad" del Ejecutivo es no entrar "a confrontar" para no "perjudicar" la lucha contra ETA. "La confrontación y el debate abierto, puro y duro, no favorece a quien tiene la responsabilidad de afrontar la política antiterrorista" señaló.

"El Gobierno se enfrenta a ETA y el Partido Popular se enfrenta al Gobierno", remachó Zapatero, quien expresó su "máxima cautela" ante las intenciones de ETA.

El "muro" tampoco cayó en Berlín

El centenario hotel "Adlon" sumó este fin de semana a la larga lista de dirigentes políticos que a lo largo de su historia lo han escogido como alojamiento para sus estancias en Berlín al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y al líder de la oposición, Mariano Rajoy. Acompañados de sus respectivas esposas, Zapatero y Rajoy acudieron a la capital alemana para participar en actos institucionales o de partido convocados con motivo de la celebración del 50 aniversario del Tratado de Roma.

Pero las declaraciones de ambos que más interés suscitaron no tuvieron como protagonista el pasado, el presente o el futuro de la nueva Europa, sino la batalla política que enfrenta a al Gobierno y al Partido Popular en España y que, esencialmente, gira en torno a la lucha contra el terrorismo.

Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy no aprovecharon su coincidencia en el mismo hotel berlinés, situado a pocos metros de la emblemática Puerta de Brandenburgo y del muro símbolo de la Guerra Fría que dividía en dos a la hoy capital alemana, para hacer gesto alguno que pudiera ayudar a superar el muro particular existente entre ambos líderes y entre sus partidos y que tiene enrarecido el ambiente político en España.

No hubo foto de ambos, no hubo reunión, no hubo conversación de ascensor, no hubo ni siquiera saludo fugaz en los pasillos, según aseguraron ellos mismos a los periodistas que desde Madrid se desplazaron para seguir la agenda de ambos en Berlín.

Pero con pocas horas de diferencia, los salones del centenario hotel fueron el escenario de nuevos reproches mutuos sobre las respectivas actitudes ante el mundo abertzale y la lacra de la organización terrorista ETA.