El jefe del Operativo GEO que intentó desalojar a los suicidas del piso de Leganés aseguró hoy que la opción por la que optó de obligar a éstos a salir de la vivienda, "fue la menos mala" ya que las otras posibilidades hubieran puesto en peligro la vida de los agentes y la de los terroristas.

Así lo manifestó el testigo en la décimo octava sesión del juicio del 11-M, en la que subrayó que "nunca" decidieron entrar porque sabían que los terroristas tenían explosivos en la vivienda, por lo que les obligaron a salir de la misma.

"Yo consideré que era la opción menos mala", reiteró el agente ya que consideró que era la que entrañaba menos riesgo y la que causaría menos víctimas.

El testigo relató como sobre las 19.15 horas del 3 de abril de 2004 llegó a la vivienda situada en la calle de Martín Gaite de Leganés junto con catorce efectivos más, porque le informaron de que en el inmueble había "de tres a cinco terroristas supuestamente relacionados con el 11-M atrincherados" y en posesión de explosivos.

El agente añadió que el dispositivo se facilitó porque el vecino de al lado del piso de los suicidas era policía y señaló que al entrar en la vivienda de este hombre, oyeron "como gritaban y daban alaridos en árabe", y añadió que decidieron derribar la puerta del inmueble de los terroristas.

No obstante, recalcó que "como tenían explosivos" decidieron no entrar, "sino al contrario, obligarles a salir" y recordó que les dijeron "que estaban rodeados y que salieran, que no les iba a pasar nada"."Ellos nos respondieron: 'entrad, vosotros mamones".