La Sección Primera de lo Penal ha concedido al diputado socialista Eduardo Madina la indemnización más alta de su historia a una víctima de terrorismo, un total de 3 millones de euros por los "padecimientos físicos y psíquicos" causados por el atentado que sufrió el 19 de febrero de 2002 en Sestao (Vizcaya), que le costó la amputación de una pierna. Los autores de la colocación de un artefacto explosivo en su vehículo, los miembros de ETA Iker Olabarrieta Colorado y Asier Arzalluz, han sido condenados a 20 años de cárcel, mientras que los encubridores Gaika Olabarrieta y Gorka Aztiria han sido penados con tres años.

El tribunal considera que la indemnización que deberán pagar los autores es proporcional si se tiene en cuenta la edad de la víctima en el momento del atentado (26 años), la "ruptura de su proyección deportiva" como profesonal de voleibol y las consecuencias físico-psíquicas del delito sobre el diputado del PSOE, quien en el momento del crimen era dirigente de las Juventudes Socialistas en el País Vasco.

Fuentes jurídicas señalaron que se trata de la indemnización más alta concedida a una víctima individual de terrorismo, seguida por la concedida en su día a los herederos del magistrado asesinado por ETA José María Lidón, de un millón de euros.

La Sala considera probado que la dirección de ETA ordenó matar en 2002 al entonces secretario de política institucional de las Juventudes Socialistas. Los miembros del comando "Urbasa"colocaron en los bajos del vehículo propiedad de Madina un artefacto explosivo que contenía entre medio kilo y un kilo de TNT. A las ocho y cuarto de la mañana del 19 de febrero de ese año, cuando el joven socialista llevaba circulando unos 10 kilómetros hacia su lugar de trabajo en Sestado, el artilugio explosiónó, causándole heridas graves que le costaron la amputación de la pierna izquierda.

La sentencia estima acreditado que el artefacto explosivo tenía potencia suficiente para matar a una persona. Sin embargo, debido a que fue instalado demasiado a la izquierda en los bajos del vehículo, a la altura de Madina y el hecho de que conduzca a mayor distancia del volante de lo habitual y a otras circunstancias, "no se produjo el fatal desenlace que los miembros de ETA tenían previsto".

Eduardo Madina, tras conocer la sentencia, expresaba su satisfacción en declaraciones a RNE. Pese a estar "contento" y tener la "sensación de Justicia cumplida y de puerta cerrada" sobre aquel dramático episodio ocurrido hace cinco años, Madina matizó que pronto le tocará "volver a pasar por la Audiencia Nacional". Según explicó , "hay otras personas que presumiblemente están también metidas en corresponsalía directa" con el atentado.