"La biomasa es una fuente de energía fundamental"

La biomasa es uno de los recursos renovables con mayor potencial del momento. Su uso se ha incrementado significativamente en los últimos años debido al auge de las energías renovables y la crisis energética, y este crecimiento está potenciando no sólo la mejora de aquellas tecnologías de valorización energética existentes, sino también la búsqueda de nuevas fuentes alternativas de biomasa. De este potencial nos habla la Dra. Yarima Torreiro Villarino, investigadora del área de Bioenergía del Centro Tecnológico EnergyLab.

¿Qué nuevas fuentes de biomasa existen en Galicia?

En Galicia más del 75% del mix energético se basa en el uso de combustibles fósiles. Es por ello fundamental el empleo de fuentes de energía alternativas que permitan disminuir el impacto que los combustibles tradicionales provocan en el medio ambiente a la par que disminuir la dependencia energética del exterior, y qué mejor que hacerlo con recursos propios y abundantes en el territorio.

Si bien la necesidad de potenciar las energías alternativas ha sido detectada en las agendas europeas desde el periodo 2017-2020 como una de las líneas de intervención prioritaria para el crecimiento y desarrollo sostenible del territorio, el contexto geopolítico y energético mundial actual le confiere mayor relevancia.

"En Galicia más del 75% del mix energético se basa en el uso de combustibles fósiles"

En este contexto, la biomasa es una energía neutra en carbono ilimitada que permite el apoyo a las economías locales proporcionando un recurso energético endógeno e ilimitado, algo que en el contexto energético actual es de vital importancia. Asimismo, presenta un potencial elevado debido a su papel en la lucha contra el cambio climático, a su menor impacto medioambiental y a su contribución en la mejora de la competitividad, el empleo y el desarrollo regional. Si a esto se le añade la gran cantidad de bosques abandonados y la existencia de tipologías de biomasas que en la actualidad no están siendo aprovechadas, el uso de biomasas residuales como fuente de energía se perfila como fundamental.

En el caso de la biomasa forestal específicamente, es necesario hacer una gestión de la biomasa generada en el monte, no sólo desde el punto de vista social y económico, sino también desde el punto de reducir carga de combustible para la prevención de incendios y con el objetivo de disponer de masas forestales sanas y con árboles que puedan producir productos de calidad. En el caso de la biomasa agrícola, el uso energético permite hacer una mejor gestión de los residuos generados, evitando la posible aparición de plagas y la quema al aire libre en condiciones incontroladas, lo que puede generar problemas de contaminación atmosférica.

"El 80 de las plantaciones de viñedo están en Portugal, y el 20% en Galicia"

Tanto Galicia como el norte de Portugal (la denominada Eurorregión, territorio objeto de estudio en el proyecto BIOMASA CAP, del que hablaré más adelante) son zonas ricas tanto en recursos forestales como agrícolas. Dentro de la Eurorregión, sin lugar a duda la principal fuente de biomasa es aquella de origen forestal. La superficie forestal abarca más de 3,3 millones de hectáreas y representa el 67% de la superficie total del área.

No obstante, dentro del proyecto precedente al que aquí nos ocupa, Biomasa-AP, se analizaron otras fuentes de biomasa de alto potencial en la región, y se consideraron por su potencialidad restos de poda de vid, de kiwi y matorrales demostrándose la viabilidad de su uso en procesos de obtención de energía (combustión, gasificación y microcogeneración) mediante su transformación en biocombustibles sólidos en forma de pellets, briquetas o astillas. De este modo su uso supondría no sólo el evitar los costes asociados a la mala gestión de este tipo de restos puede conllevar sino suponer un beneficio a mayores al permitir la obtención de energía. Para hacernos a la idea, por ejemplo, en total en la Eurorregión hay 108.467 ha de plantaciones de viñedo, de las cuales, el 80% (87.143 ha) están en Portugal, y el 20% (21.324 ha) en Galicia.

¿Cómo nace el proyecto Biomasa CAP?

Para explicar Biomasa CAP debemos ir hacia atrás, al año 2017 en el que nació el proyecto Biomasa-AP (2017-2020). cuyo objetivo era aumentar el conocimiento en el aprovechamiento de la biomasa no valorizada de alto potencial como recurso estratégico. En Biomasa -AP se mejoraron las capacidades de los centros de I+D de las regiones de Galicia y Norte de Portugal para optimizar la explotación y el uso de la biomasa procedente de restos de poda, matorrales, vid y kiwi. En concreto, se estudiaron restos de poda de kiwi, vid, coníferas y matorral, y las principales tareas desarrolladas consistieron en la caracterización de las biomasas, la optimización de los sistemas de recogida, la densificación y agregación de aditivos y obtención de nuevos biocombustibles mejorados y la valorización energética de los mismos mediante ensayos de combustión, gasificación y microcogeneración.

Finalmente, para aprovechar los conocimientos y resultados derivados de la experiencia obtenida en el proyecto Biomasa-AP, nace el proyecto “Biomasa CAP: capitalización de las capacidades de I+D en el uso energético de la biomasa no valorizada de alto potencial”, cuyo principal objetivo es potenciar la visibilidad y percepción de la biomasa no valorizada pero de alto potencial, como un recurso estratégico para un crecimiento y desarrollo económico, tecnológico, social y medioambiental sostenible en el territorio transfronterizo Galicia - Norte de Portugal.

"Queremos fomentar y dar visibilidad al aprovechamiento de los recursos naturales de los que dispone la Eurorregión"

Biomasa CAP está cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) a través del Programa Interreg V-A España-Portugal (POCTEP) 2014 - 2020, que apoya la cooperación en la línea transfronteriza entre ambos países para avanzar en la mejora de la calidad de vida de los habitantes del Espacio de Cooperación, financiando proyectos de investigación, desarrollo e innovación a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER). El proyecto está liderado por el Centro Tecnológico EnergyLab, y cuenta con cinco de los socios del proyecto anterior, la Fundación Empresa-Universidad Gallega (FEUGA), el Grupo de Tecnología Energética de la Universidad de Vigo, el Instituto Enerxético de Galicia (INEGA), el Instituto Politécnico de Viana do Castelo (IPVC), y el Instituto de Ciência e Innovação em Engenharia Mecânica e Engenharia Industrial (INEGI).

¿Cuáles fueron las principales conclusiones de la primera fase del proyecto: Biomasa-AP?

De Biomasa-AP, que fue un proyecto de carácter innovador con tres años de duración, concluimos que Galicia y el Norte de Portugal disponen de amplios recursos biomásicos procedentes de podas forestales, vides o kiwis y también de existencias de matorral susceptibles de ser aprovechados con fines energéticos. El empleo de estas biomasas no valorizadas de alto potencial puede aportar numerosas ventajas entre las que se pueden destacar la reducción de la presión sobre el abastecimiento de madera de pino, la principal materia prima para la fabricación de pellets, la amortiguación de las posibles subidas del precio de la biomasa, y un impulso de las economías locales.

"Se sientan las bases de un nuevo modelo productivo, la bioeconomía"

La valorización de estos residuos estaría además en consonancia con la normativa de prevención de incendios, que obliga a la retira de la biomasa o a su trituración in situ, así como con las recomendaciones fitosanitarias en los cultivos agrarios, que piden la retirada de los restos de poda como medida de minimización de plagas y enfermedades.

Además, durante el transcurso del proyecto se creó una Red Transfronteriza de biomasa con el fin de conectar a diferentes stakeholders del sector (expertos en la materia, agentes interesados en la producción y uso de la biomasa, fabricantes de maquinaria agroforestal, de tecnologías energéticas, etc), que cuenta con más de 130 miembros de cerca de 90 entidades diferentes.

Entonces Biomasa CAP es un proyecto que da continuidad a los resultados obtenidos en el anterior proyecto. ¿En qué han estado trabajando?

Como ya adelanté, Biomasa CAP es un proyecto de capitalización que pretende potenciar la visibilidad y la percepción de la biomasa no valorizada pero de alto potencial, como recurso energético. Las acciones de capitalización que se han llevado a cabo en el proyecto tienen como objetivo promover la mejora de la competitividad del tejido productivo en la zona transfronteriza, generando así oportunidades para la creación de riqueza y empleo en el ámbito rural, dado que es en estos territorios donde se encuentran las explotaciones agroforestales generadoras de biomasas no valorizadas.

"Galicia y el Norte de Portugal disponen de amplios recursos biomásicos que pueden ser aprovechados con fines energéticos"

Para ello, se diseñaron un conjunto de acciones orientadas a ampliar y mejorar la capitalización de los resultados obtenidos en el proyecto Biomasa-AP, centrándose en: la adopción de acciones de transferencia específicas dirigidas a la dinamización de la Red Transfronteriza de Biomasa, la capacitación y sensibilización de entidades integradas en la cadena de valor de la biomasa, como los agentes del ecosistema I+D, jóvenes y población en general, así como la puesta en marcha de acciones con las que se fomenta el diálogo y comunicación entre entes políticos, agentes del ecosistema I+D y productores, transformadores e industria demandante de la biomasa como recurso energético.

¿Cuál era el reto de este proyecto?

Principalmente con Biomasa CAP queríamos fomentar y dar visibilidad al aprovechamiento de los recursos naturales de los que dispone la Eurorregión, que presentan un gran potencial relativo a la generación de energías renovables, en especial, de la biomasa como recurso endógeno. Además, al fomentar una economía verde y la generación de conocimiento, se responde también a los retos establecidos en la Unión Europea en cuanto a la necesidad de fomentar un crecimiento inteligente, sostenible e integrador, que contribuya al logro de una mayor cohesión económica, social y territorial.”

Con ambos proyectos queda patente el potencial de un recurso tan abundante como es la biomasa, y se hace necesario seguir impulsando el empleo de biomasa no valorizada de alto potencial mediante la puesta en marcha de líneas de ayuda que promuevan: la recogida, transporte y tratamiento de biomasas alternativas, la producción de combustibles derivados y el uso de equipos compatibles con estos combustibles, sentando así las bases de un nuevo modelo productivo, la bioeconomía.

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