Con espectaculares resultados en rostro y cuerpo, la diatermocontracción se ha convertido en el tratamiento de moda abriendo un enorme abanico de posibilidades en el campo de la estética, pero: ¿por qué?, ¿cuál es la clave que marca la diferencia? Se lo preguntamos a Sara González, directora del centro estético vigués que lleva su nombre en la calle López Mora, con amplia experiencia en el sector y defensora convencida de las ventajas que este revolucionario sistema aporta a las pacientes. 

“La gran diferencia reside en que, por primera vez, contamos con una forma de aplicar diatermia en los tejidos que, al mismo tiempo, es capaz de implicar a los músculos”, responde así la experta, que añade: “De este modo, conseguimos que, a la vez que aplicamos termoterapia, los músculos también estén trabajando, lo que intensifica y mejora los resultados tanto en rostro, aportando una mayor elevación, textura y jugosidad de forma natural; como en cuerpo, con ventajas en tonificación, quema de grasa y lucha contra la celulitis, entre otras propiedades, como si de un entrenamiento se tratase, pero sin esfuerzo”

“Tecnología biomédica evolucionada”

Una apuesta altamente eficiente que se sirve, además, de una herramienta única en radiofrecuencia: el manipulo Monopolar Resistivo, que, explicado en términos sencillos, presenta grandes avances para permitir una actuación concentrada de los dos tipos de onda existentes para tratamientos de alto rendimiento muscular.

“Hablamos de tecnología biomédica evolucionada que, a través de la prestación de flujo de energía (RF) de alta intensidad, desarrolla calor endógeno que estimula la formación de nuevo colágeno y reafirma los músculos”, resume la experta en este sentido. 

Facial: textura y jugosidad en rostro, cuello y escote 

Así y a nivel facial, la diatermocontracción logra una gran mejora en la textura y jugosidad de las capas dérmica y epidérmica y es que, describe Sara González, “hace trabajar los músculos faciales para producir elevación y, al mismo tiempo, produce una estimulación fibroblástica notable por la actuación de esta radiofrecuencia bipolar, monopolar y selectiva”. 

El progresivo calentamiento de la dermis va provocando la contracción inmediata del colágeno y edema, resultando de ello un efecto tensor transitorio. 

A medida que se realizan pases adicionales, por su parte, más calor se acumula, lo que a su vez causa la desnaturalización de las fibras de colágeno y estimula su remodelación. Posteriormente, hay un efecto tensor a largo plazo debido a la síntesis y acumulación de nuevas fibras de colágeno.

Corporal: tonifica y quema grasa  

En lo que respecta a la aplicación de la diatermocontracción en el cuerpo, la energía de la que se sirve logra producir, simultáneamente, una contracción muscular y termoterapia con evidentes beneficios a la hora de tratar problemas corporales como flacidez tanto muscular como de piel, acúmulos de grasa o celulitis.

“Resultados nunca antes vistos en el paciente”

“Si en facial la podemos usar para cara, cuello y escote, con un efecto tensor y reafirmante; en corporal, por su parte, podremos trabajar de forma íntegra, aunque las partes más importantes son: pecho, brazos, abdomen, glúteos y piernas”, explica así González, que añade: “Con todo ello, logramos la reducción localizada de la piel flácida, la disminución del volumen, así como una mejora general de la estructura y textura de la piel. Los resultados son realmente sorprendentes y espectaculares, nunca antes vistos en el paciente”, se despide Sara González sobre la que es, “sin duda, una auténtica revolución en el campo de los tratamientos estéticos, con resultados increíbles en medicina estética a la hora de realizar tratamientos tanto corporales como faciales”.