Es habitual que en los meses previos al verano la demanda de cirugías estéticas corporales aumente considerablemente, ya que nuestro cuerpo queda más expuesto y queremos vernos y sentirnos lo mejor posible.

La llamada "operación bikini" ya no se reduce únicamente a dietas, y la cirugía de remodelación corporal por antonomasia es la lipoescultura. Su fama se debe a que no solo consigue eliminar la grasa acumulada en determinadas partes del cuerpo, lo que conocemos como liposucción, sino que implica un modelado corporal.

Para ello puede ser necesario, además de eliminar grasa localizada, aumentar el volumen de ciertas zonas, como pecho o glúteos. De este modo conseguiremos que visualmente el efecto sea el de ese deseado "reloj de arena". Si este "aumento" se realiza utilizando grasa autóloga, o lo que es lo mismo, del propio paciente, la técnica se denomina lipofilling o lipotransferencia.

El método de liposucción ultrasónica es el aliado perfecto para la remodelación corporal, ya que es menos invasiva y la calidad de la grasa extraída es mucho mayor, lo que favorece el poder utilizarla como material de relleno en otras zonas del cuerpo.

La liposucción debe ser considerada como una verdadera intervención quirúrgica, y por ello ha de ser realizada, siempre, por un cirujano plástico competente y cualificado, que esté formado específicamente en esta técnica.

La liposucción permite reducir el volumen corporal al suprimir de manera definitiva los acúmulos grasos localizados, esos que generalmente no desaparecen ni empezando un régimen ni haciendo ejercicio. Pero eso no significa que la liposucción sea un método de adelgazamiento: no es un tratamiento de la obesidad, su objetivo no es controlar el peso del paciente. La liposucción moldea el cuerpo y redistribuye la grasa, pero no adelgaza.

Si se plantea una liposucción de cara al verano, es importante tener en cuenta que la recuperación total de este tratamiento suele ser de seis meses, y que para poder exponerse a la luz solar los hematomas derivados de la intervención deben haber desaparecido por completo.

Los cálculos nos dicen que, si se desea estar perfecto, por ejemplo, en agosto, la liposucción debería realizarse por lo menos a lo largo del mes de abril.

Los resultados en el mundo de la estética no pueden acelerarse, ya que es una disciplina que requiere tiempo, cuidado y profesionalidad. Para sentirnos bien por dentro y por fuera es importante ponernos en manos de un profesional, como el equipo de Clínica Novoa.