Somos mitad humano, mitad bacteria. Una persona tiene diez veces más células microbianas (bacterias, virus, hongos…) que humanas. Se estima que las bacterias del cuerpo pesan 1,25 kg. Estos ecosistemas microbianos se encuentran en el tracto gastrointestinal, en la piel y, sobre todo, en la cavidad bucal. Un desequilibrio de los millones de bacterias que están presentes en nuestra boca pueden producir caries, enfermedades sistémicas y enfermedades periodontales.

Las enfermedades periodontales son patologías inflamatorias causadas por las bacterias que se encuentran en la boca. Las formas más leves y reversibles son gingivitis, mientras que las formas más avanzadas e irreversibles se denominan periodontitis (“piorrea”). Las bacterias que se adhieren a la superficie dentaria generan una respuesta inflamatoria de los tejidos que rodean al diente y producen la destrucción del hueso y de la encía. Si avanza, los dientes se mueven y finalmente se pierden.

Las enfermedades periodontales son muy prevalentes: la periodontitis severa es la sexta enfermedad más extendida del planeta, afectando a un 11.2 % de la población mundial y suponiendo un verdadero problema de salud pública global. En España, aproximadamente el 40% de la población adulta presenta algún tipo de periodontitis.

Estas enfermedades tienen impacto a nivel bucal y síntomas como el sangrado, retracción de las encías, movilidad de los dientes, dolor, hipersensibilidad, mal aliento y, en última instancia, pérdida de dientes. Pero afectan también a la calidad de vida de las personas. Los pacientes con periodontitis tienen más riesgo de tener alteraciones de la masticación, lo que a su vez altera la nutrición y afecta a la estética, además de producir dificultades en el habla y problemas psicológicos y emocionales.

Los pacientes afectados tienen, de hecho, más riesgo de presentar otras enfermedades.

Este impacto puede ser directo, cuando millones de bacterias adheridas a los dientes pasan a la circulación sanguínea a través de las encías inflamadas, circulando por todo el cuerpo; o indirecto, cuando la inflamación local de las encías conlleva en último término a un aumento de la inflamación sistémica. Puesto que estos mecanismos son comunes a muchas enfermedades, la periodontitis podría aumentar el riesgo de padecer otras muchas patologías: algunas de las condiciones más estudiadas y relacionadas con las enfermedades periodontales son la diabetes, enfermedades vasculares, respiratorias o renales, complicaciones del embarazo, artritis, alzheimer...

Según estos estudios, los pacientes con periodontitis tienen el doble de riesgo de sufrir un infarto agudo de miocardio, enfermedad vascular periférica, desarrollar cualquier tipo de deterioro cognitivo o alzheimer, 3 veces más riesgo de sufrir diabetes o 4 veces mas riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.

Por otra parte, otro estudio publicado el año pasado demostró que los pacientes con periodontitis tienen más riesgo de ingreso en unidades de cuidados intensivos (UCI), 4 veces más probabilidad de necesitar ventilación asistida y 9 veces mas posibilidad de fallecer, si sufren Covid-19.

Ante estos datos y esta evidencia es preciso remarcar que nuestra salud general depende de la salud bucodental. Debemos concienciarnos de mantener unos buenos hábitos de higiene bucodental, no solo por mantener sanos los dientes y encías, sino para prevenir otras enfermedades.

Las visitas regulares a las consultas odontológicas son fundamentales, no sólo para detectar cualquier alteración, incluyendo incluso lesiones premalignas o malignas de cáncer bucal, sino para inculcar y reforzar hábitos correctos de higiene oral y dieta, necesarios para la prevención de las enfermedades periodontales y el mantenimiento de la salud general. Cuidando nuestra boca podemos prevenir muchas enfermedades.

Los dentistas, concretamente los especializados en periodoncia, tenemos una gran responsabilidad social tanto en la prevención como en el tratamiento. De la misma manera, si la periodontitis es factor de riesgo de otras enfermedades, los médicos deben remitir a los pacientes al periodoncista.

La buena noticia es que la mayoría de las enfermedades periodontales se pueden detectar y prevenir de manera sencilla y, con la preparación adecuada, el tratamiento periodontal es un procedimiento sencillo de realizar y asequible para la mayoría de la población.

*Pablo Ameijeira Dávila. Doctor especialista en Periodoncia e Implantes en la Clínica Dental Romeo, Estrada Camposancos, 152.