Rueda acusa a la izquierda de mentir al decir que la sanidad gallega es “peor que en África”

El candidato del PP reivindica su trabajo: “Soy un gestor”

Alfoso Rueda y Fernández Mañueco, ayer, en O Barco (Ourense).

Alfoso Rueda y Fernández Mañueco, ayer, en O Barco (Ourense). / LAVANDEIRA JR.

Daniel Domínguez

Daniel Domínguez

Los ataques del candidato del PP a presidir la Xunta, Alfonso Rueda, a la izquierda en la recta final de la campaña para las autonómicas del domingo se intensifican, hasta el punto de que coparon la mayor parte de la intervención que ayer protagonizó en O Barco de Valdeorras. Allí, acusó a BNG, PSdeG y Sumar de apocalípticos y de “mentir” al denunciar “Galicia negra donde no se hizo nada ni hay hospitales, con consultorios peores que en África o en la guerra de Ucrania”.

Rueda llega a los últimos días de su primera contienda electoral como candidato con la mayoría de encuestas pronosticando que su partido podría mantener su mayoría absoluta, pero con un descenso respecto a los 42 diputados logrados en 2020. La izquierda se aferra a esa tendencia para confiar en un vuelco tras 15 años consecutivos de gobiernos populares. El dirigente pidió no confiarse en los sondeos y apostar por el “modelo de la estabilidad” y no “por el barullo de un multipartito” de izquierdas.

Ahí, afiló los dardos contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la líder del BNG, Ana Pontón. El primero se ha implicado en la campaña para intentar ayudar a su candidato, José Ramón Gómez Besteiro, a remontar, pues la candidata nacionalista crece en las encuestas como punta de lanza de la alternativa.

De Sánchez, recordó que lo conoció hace dos años cuando visitó O Barco, arrasado en parte por los incendios forestales. “Las dos administraciones quedamos en dar ayudas. A la semana estaban convocadas las de la Xunta; la mayoría de las de Sánchez siguen sin pagarse”, sostuvo.

A Pontón le dirigió los reproches habituales en esta campaña, destacando su condición independentista y que pretende “levantar muros” e “imponer” el gallego.

También le reprochó al BNG no haberse solidarizado con las familias de los dos guardias civiles “asesinados” en Barbate en un enfrentamiento con supuestos narcotraficantes.

Frente a ese modelo, pidió el voto para mantener la senda actual de una comunidad que “crea empleo” y avanza sin sobresaltos. Ahí, se reivindicó como un dirigente lejos de la retórica y apegado al trabajo administrativo. “Soy un gestor”, apuntó en alusión a la necesidad de decidir dónde invertir el dinero público, lejos de las promesas de una izquierda que considera irreales.

En el acto estuvo acompañado de otro barón popular, el presidente de Castilla y León, Alfonso Mañueco, que advirtió del peso del 18-F: “Galicia y España se juegan mucho”.