Las patologías ligadas al estrés encabezan los siniestros laborales mortales en Galicia

Infartos e ictus provocaron el fallecimiento de 21 trabajadores durante 2023

El Issga avisa de la tendencia creciente por “la inadecuada gestión de los riesgos psicosociales”

Imagen de archivo de obreras de construcción

Imagen de archivo de obreras de construcción / Marta G. Brea

Julio Pérez

Julio Pérez

En la nueva Estratexia de Seguridade e Saúde no Traballo de Galicia: Horizonte 2027 hay muchas medidas para blindar el bienestar de las plantillas en las empresas de la comunidad que eran casi impensables hasta hace no mucho tiempo. No llega con crear espacios seguros desde la óptica más convencional. La hoja de ruta de la Xunta en materia de prevención de riesgos apuesta por facilitar entornos “saludables y sostenibles”, incluso “respetuosos y diversos” porque la sociedad es otra y el mercado laboral también está “en permanente transformación”.

Aboga “por situar como valores fundamentales la salud integral de las personas trabajadoras, el crecimiento económico y social de las empresas y organizaciones y el bienestar laboral, que sitúe en el centro a las personas”, resume el documento elaborado por el Instituto de Seguridade e Saúde Laboral de Galicia (Issga) con el consenso de patronal y sindicatos y la aportación de otras áreas de la administración autonómica. Por primera vez se hace frente a los peligros de las nuevas formas de la ocupación –incluida “la gestión preventiva al uso de las nuevas tecnologías” como la inteligencia artificial, el Internet de las cosas, los robots colaborativos y las plataformas digitales– y coloca en primer plano “los riesgos psicosociales vinculados con el trabajo y los daños provocados por los accidentes laborales y enfermedades profesionales”.

Balance de siniestralidad

A lo largo de 2023 se contabilizaron 27.274 siniestros con baja en jornada laboral en Galicia, un 6% más que el ejercicio anterior (25.732). La subida afecta solo a los accidentes leves, que pasaron de 25.266 a 26.860 (6,3% de incremento), mientras que los graves bajaron casi un 9% (364) y los mortales se desplomaron el 25,4% (50, sin contar los sucedidos in itínere) porque la comparativa con 2022 está muy alterada por el naufragio del Villa de Pitanxo, donde perdieron la vida 21 marineros.

Por esa misma razón las víctimas mortales en la pesca mermaron un 88%, pasando de 25 a 3. Todo lo contrario a lo sucedido en la agricultura: 7 fallecidos, más del triple que en 2022 (2). En la industria murieron 8 trabajadores, un 27,3% menos; en la construcción fueron 10 tras un ascenso del 25%; y en los servicios se incrementaron cerca del 5%, con 22 muertos, según los datos detallados de la siniestralidad laboral en Galicia que acaba de publicar el Issga.

Patologías no traumáticas

“Siempre hay que mirar los datos con perspectiva para hacer una lectura correcta”, subraya Adela Quinzá-Torroja García, directora del organismo dependiente de la Consellería de Promoción do Emprego e Igualdade, que llama la atención sobre “la tendencia creciente y sostenida en el tiempo” de la incidencia de las patologías no traumáticas en los accidentes laborales mortales. Prácticamente causaron la mitad de las víctimas el año pasado, un total de 21, como recoge el balance provisional del Issga. Son infartos, derrames, ictus... “Si los sufres en jornada laboral, evidentemente va a tener consideración de accidente de trabajo e, indudablemente, seguro que tiene correlación con una inadecuada gestión de los riesgos psicosociales, las cargas de trabajo, el tiempo, altas demandas”, explica. “Sabemos que todas estas situaciones pueden producir estrés y, si se mantiene en el tiempo, derivar en ciertas patologías –añade Quinzá-Torroja–. Pero también tiene que ver con el estilo de vida de cada uno, tu problemática personal, enfermedades ajenas al trabajo porque, al final, la persona es una y la salud es una también”.

Esa es la razón de que la Estratexia de Seguridade e Saúde no Traballo de Galicia: Horizonte 2027 hable de “salud integral”. “Consideramos todos estos riesgos tradicionales que siguen existiendo y provocan siniestros y que tienen mucho que ver con la gestión empresarial y el cumplimiento de las obligaciones preventivas –indica la responsable del Issga–, pero también introduciendo un apartado que es la promoción de la salud en el trabajo”. Con aspectos tan concretos como el impulso a programas específicos en las compañías para dejar de fumar, hacer pausas saludables o dietas equilibradas “para generar colectivamente una promoción de la salud de las personas trabajadoras”.

La concienciación

La concienciación con los riesgos psicosociales y el bienestar laboral enlazan con el debate sobre el problema de las vacantes laborales. Promover desde las propias empresas un estilo de vida saludable “es absolutamente necesario porque si ya hay pocos trabajadores en ciertos sectores y no cuidamos esos aspectos, existe un problema a mayores”. “Necesitamos que la gente se conciencie que la prevención no es un impuesto, es anticiparnos a riesgos, salva vidas y mejora el clima laboral”, resalta Adela Quinzá-Torroja. De hecho, las patologías no traumáticas, “antes acotadas a ciertos colectivos con tareas ejecutivas”, se extienden ahora “a otros perfiles: en el mar, el transporte, incluso en el agro”.

"Necesitamos que la gente se conciencie que la prevención no es un impuesto, es anticiparnos a riesgos, salva vidas"

Adela Quinzá-Torrón

— Directora del Issga

La concienciación también se despliega en cada vez más empresas, según la directora del Issga, “incluso en empresas que llevan adelante proyectos de este tipo más sociales sin que sepan que transciende sus obligaciones”. “Pero también es verdad que en otras pequeñas empresas cuesta mucho que esto se visualice como algo laboral. También es lógico. Hay que convencerles”, remarca.

La segunda gran causa de los accidentes mortales en Galicia en 2023 fueron los choques o golpes contra objetos en movimiento (12), seguidos de las caídas y golpes con aplastamiento contra objetos inmóviles (7). Tanto la estrategia de seguridad laboral hasta 2027 como el plan de acción del Issga para este año no dejan de lado como “actuaciones prioritarias y preferentes” el resto de factores y de actividades en general que tienen un elevado nivel de riesgo y una elevada siniestralidad.

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