La Xunta, preocupada ante el aumento de la siniestralidad laboral: dos muertes por semana

Suben un 29% respecto a 2022, sin contar el naufragio del “Pitanxo”, y el 38% sobre 2021

La Xunta considera fundamental actuar en el sector forestal y en la construcción

Imagen de archivo de obreros de construcción

Imagen de archivo de obreros de construcción / Marta G. Brea

Julio Pérez

Julio Pérez

El Gobierno aprobó el pasado 14 de marzo la Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo hasta 2027 como “un nuevo marco de referencia que oriente las políticas públicas de prevención de riesgos laborales” durante estos cinco años, “aunando esfuerzos y compromisos, con la voluntad compartida de seguir actuando con determinación para disminuir los daños físicos y mentales que sufren las personas con motivo del trabajo”. Aspira a llegar a todos los sectores, empresas y ocupados “por igual”. Aunque en la última década los índices de incidencia de la siniestralidad laboral mantienen cierta estabilidad, “determinadas actividades reflejan índices superiores a los valores medios del sector, a la vez que determinadas personas trabajadoras presentan mayor riesgo de sufrir daños en la salud”, según explica el Ministerio de Trabajo y Economía Social, que subraya las especiales dificultades de los pequeños negocios “para llevar a cabo una actividad preventiva eficaz”. “Las nuevas tendencias económicas y sociales, y las transiciones digital y climática, conllevan riesgos nuevos o emergentes que afectan a la seguridad y salud de las personas –añade el departamento que dirige en funciones Yolanda Díaz–, y que las empresas deben estar en disposición de gestionar adecuadamente con el apoyo de los poderes públicos”.

Galicia tendrá también su propia estrategia de seguridad y salud en el trabajo a partir de este mismo mes de septiembre. Tras conseguir “el máximo consenso” con sindicatos y patronal, su objetivo pasa también por “abordar las problemáticas derivadas de la transformación del mercado laboral y de las distintas transiciones, así como incidir en la solución de los riesgos y siniestros tradicionales y avanzando hacia una cultura de promoción de la salud y de bienestar laboral”, según detalla la Vicepresidencia Primera y Consellería de Presidencia, Xustiza y Deportes en una respuesta por escrito al grupo parlamentario del BNG sobre las previsiones de la Xunta para solicitar al Gobierno estatal la transferencia de recursos y competencias en materia de Inspección de Trabajo. En esa contestación, el Ejecutivo autonómico admite “una preocupación importante” por los datos de accidentes y la tendencia creciente. “Que no se limita a Galicia, es de ámbito nacional, y que entendemos que está muy influenciada por un mayor o menor número de trabajadores expuestos en cada momento”, señala el departamento liderado por Diego Calvo.

El aumento de la ocupación, efectivamente, suele llevar aparejado un ascenso de la siniestralidad. Y a la inversa. Los datos más bajos, unos 22.400 accidentes con baja, se registraron en 2013, cuando la afiliación a la Seguridad Social en Galicia tocó fondo después de cinco años consecutivos de caídas por la gran recesión financiera. Solo el parón económico provocado por el COVID-19 en 2020 frenó la nueva escalada al alza. Entre enero y julio del actual ejercicio, los accidentes laborales con baja en Galicia rozaron los 15.900 tras un incremento del 1,6% respecto al mismo periodo de 2022 y un 14% por encima de 2021, según el balance que acaba de publicar el Ministerio de Trabajo. En jornada hubo 98 siniestros más (14.354) e in itínere aumentaron en 148 (1.536). 

De ese total, algo más de 200 fueron graves y 36 mortales. Cada semana perdieron la vida en siniestros laborales dos trabajadores en Galicia. La cifra de fallecidos disminuyó el 26% frente a los 49 contabilizados entre enero y julio del año pasado, pero esa cifra está muy distorsionada por el hundimiento del pesquero Villa de Pitanxo, donde 9 marineros murieron y otros 12 desaparecieron. Sin el naufragio, el balance de víctimas mortales en accidentes laborales en Galicia crecería este año un 29% y un 38% en comparación con 2021 (26).

Galicia es la cuarta autonomía con mayor volumen de siniestros mortales en jornada laboral en España, superando incluso a Madrid (30), que tiene tres veces más ocupados. Sumando también los in itínere, es la quinta, por detrás de Andalucía (72), Cataluña (54) y Comunidad Valenciana y Madrid (38 ambas). En el conjunto del país, la cifra total de accidentes laborales con baja mermó un 0,8%, hasta los 360.600; y los mortales (399) cayeron el 16%.

“Los datos manifiestan los sectores o actividades que deben ser de actuación prioritaria o preferente tanto en campañas de sensibilización, como en actuaciones de asesoramiento técnico, seguimiento y control de las actuaciones preventivas”, apunta la Vicepresidencia Primera de la Xunta. De ese análisis de los números, concluye que “es necesaria una intervención decidida en la actividad forestal, en el sector de la construcción y, dentro de estas, atendiendo a operaciones concretas o riesgos que tienen mayor dificultad y accidentalidad”. Concretamente, el desbroce y tala de árboles en el monte y el riesgo de caída en trabajos de altura.

“A mayores indicar que el sector servicios, debido al gran peso en número de trabajadores expuestos –añade la respuesta parlamentaria, recordando que en él cotizan más de la mitad de los ocupados en Galicia–, requiere también una serie de actuaciones desde el ámbito propiamente de la seguridad del trabajo, a la higiene industrial, la ergonomía y la psicosociología aplicada y la medicina del trabajo”. 

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