Coterena revoluciona la reparación del naval con más de 60 gemelos virtuales

La firma viguesa diseña clones digitales de pesqueros para resolver sus averías en remoto y ya monitoriza una treintena de embarcaciones “online” a fin de mejorar su eficiencia

Profesionales de Coterena durante las labores de mantenimiento de un barco.

Profesionales de Coterena durante las labores de mantenimiento de un barco. / Cedida

Si Coterena tuviera que resumirse en solo dos palabras serían “artesanía digital”. La firma viguesa busca desde hace años mantener el equilibrio entre el martillo y la vanguardia, entre un taller naval y una tecnológica propia de Silicon Valley, y en ese arduo camino dio a luz a Aitodetec sin renegar de sus raíces; conservando la tradición, pero descubriendo en los nuevos desarrollos una oportunidad para seguir creciendo. “No creo que haya una compañía igual que la nuestra”, dice convencido Roberto Cabeceira, director del área de Xeométrica. Bajo esa marca, en su momento una empresa que acabó absorbiendo el grupo, han diseñado y creado ya más de 60 gemelos virtuales de embarcaciones. Buques en su mayoría pesqueros, localizados en aguas de Malvinas, Gran Sol y África, que cuentan en Galicia con un doble por si surge cualquier imprevisto.

Para conseguir estos clones, un equipo de especialistas viaja por medio mundo hasta subirse a bordo de las naves que serán radiografiadas. Suelen ser proyectos concretos, por ejemplo para hacer el modelo de una sala de máquinas, y se conocen como mediciones de respeto. Una vez realizan las tomas necesarias confeccionan la copia, que finalmente se adhiere a una base de datos y remite a cada armador. Si meses después sucede algo, como una avería que urge reparar, la réplica originada a través de nubes de puntos permite abordar el problema a distancia para hallar una solución. Desde tierra se identifica la pieza que ha roto o falla, sus dimensiones o material, y se generan los planos para fabricarla. La pieza para reemplazar a la que no sirve se produce cumpliendo con los estándares de calidad precisos, con la forma adecuada para que pueda viajar, y se envía al puerto al que se desplazará la nave afectada para coincidir con su llegada.

Con las copias podemos trabajar en tierra si alguna pieza se rompe

Roberto Cabeceira

— Director de Área de Xeométrica

“Es un duplicado exacto, con una desviación de un milímetro”, explica Cabeceira. Todo ello gracias a un boceto hiperrealista gestado a partir de un conjunto de vértices en un sistema de coordenadas tridimensional. El mismo también se extiende a otras partes del barco como los cascos, en este caso con el objetivo de que su propietario posea documentación actualizada del estado en el que se encuentra el esqueleto de su embarcación. Algunos sufren modificaciones que igual no aparecen en el croquis inicial, inexactitudes, o cambios derivados de determinadas reformas llevadas a cabo. El gemelo virtual proporciona a sus dueños información al detalle, aplicable a futuros estudios de estabilidad, hidrodinámicos o de rendimientos de consumo que quieran efectuar.

Algunos de los gemelos virtuales que ha diseñado la firma viguesa.

Algunos de los gemelos virtuales que ha diseñado la firma viguesa. / Cedida

Junto a Xeométrica, la otra palanca tecnológica de Coterena es Argos, que monitoriza en tiempo real las condiciones de navegación para evaluarlas y mejorarlas. Francisco Durán, director del segundo área, apunta que el equipamiento se ha instalado en más de una treintena de buques, la práctica totalidad pesqueros españoles, y este año cuentan con otra docena de encargos pendientes de ejecutarse.

Queremos entrar en el norte de Europa. Competir con productos noruegos, que son los más punteros

Francisco Durán

— Director de Área de Argos

“El propósito es empezar a entrar en el mercado internacional”, reconoce, y las miradas están puestas en dos destinos. Por un lado el norte, para competir con productos punteros como los noruegos, alemanes o daneses, a los que ya hacen frente a nivel económico. Y por el otro el este, sobre todo Turquía, donde está floreciendo mucha industria de construcción naval en los astilleros”.

Próximo paso, los mercantes

El programa desarrollado, al que también tienen acceso los armadores, es una especie de Gran Hermano que permite contemplar todas las magnitudes del barco que acoge el dispositivo, desde el cual se mandan dichas variables a la firma viguesa. Uno de los principales beneficios radica en el seguimiento en vivo de los consumos y las prestaciones mecánicas de los mecanismos de propulsión a fin de ofrecer soluciones de optimización y eficiencia energética. Estas cualidades han llamado la atención de algunos mercantes, de hecho trabajan con cinco y han implantado el último en una importante naviera que podría abrirles las puertas a gran escala. Otro de los revulsivos en los que se centran son los mandos híbridos de las embarcaciones, fundamentales para reducir las emisiones en maniobras lentas y de corta distancia como las operaciones de atraque y desatraque.

Suscríbete para seguir leyendo