Guerra en Atunlo: la vasca Inpesca busca cerrar en Galicia y trasladar la producción a Portugal

La dirección de la compañía acusa a la atunera, propietaria del 40% del capital, de torpedear la reestructuración de una “compañía viable”

Las socias Pernas y Marpesca, alineadas: “Vamos con todo, saldremos adelante”

Empleados de la planta de Atunlo en Cambados, con piezas de Atún.

Empleados de la planta de Atunlo en Cambados, con piezas de Atún. / Noé Parga

Lara Graña

Lara Graña

Atunes y Lomos (Atunlo), con 220 millones de euros de facturación y 64.700 toneladas comercializadas (ejercicio 2022), es la mayor comercializadora de atún de España. El grupo fue alumbrado entre tres aliados naturales: la comercializadora viguesa Comercial Pernas (Coper) y dos armadoras vascas de referencia en Europa: Pesquería Vasco Montañesa (Pevasa) y Compañía Internacional de Pesca y Derivados (Inpesca). Juntas consolidaron un proyecto expansivo con el que recalaron en Cantabria, Cabo Verde o Portugal, aprovechando siempre sinergias con otros actores de la industria como la pesquera marinense Marfrío (para la factoría Central Lomera Portuguesa, en Vila Nova de Cerveira) o la frigorífica Frigalsa (para su centro logístico en Vigo), a su vez filial de la gigante Iberconsa. Una unión que, a finales del año 2022, pasó a ser temporalmente un matrimonio de dos: Pevasa dijo adiós, Pernas e Inpesca se repartieron las acciones y pronto llegaron los problemas. Aunque en el accionariado está ahora la potente armadora panameña Marpesca (20%), el futuro de Atunlo pende de un hilo por la “guerra abierta” entre los entonces bien avenidos socios de Vigo y Mundaka.

“Hoy nos han trasladado que quieren cerrarlo todo, llevarse la sede a País Vasco y la producción a Portugal”, exponen textualmente fuentes de la dirección de la compañía en Galicia. De consumarse esta exigencia, Atunlo tendría que ejecutar un cierre masivo: en la factoría de Cambados, especializada en la elaboración de productos de atún para el consumidor final; la sede central de Vigo, con el corazón de la gestión y un brazo logístico; la actividad también logística y de aceites de pescado de O Grove; y los complejos frigoríficos de Jacinto Benavente (Vigo) y Guitiriz. Con la picota también sobre el complejo caboverdiano de Mindelo, especializado en lomos de atún refrigerado. La fábrica de Santoña, dedicada a los lomos de atún precocido, ya sucumbió al proceso de reestructuración en el que está inmersa la compañía, en preconcurso de acreedores desde el mes de octubre. “Tenemos 900 empleos aquí que preservar. Vamos a ir con todo, la empresa es viable y la vamos a salvar”, exhortan desde la sede central. De acuerdo a estas fuentes, tanto el cierre de la fábrica cántabra como de la producción en O Grove –eran proveedoras directas para conserveras– fueron exigencias de la propia Inpesca.

Extirpada la producción de lomos de atún precocido –lo justificaron entonces en la caída de consumo y la importación masiva de materia prima de China–, la dirección de Atunlo está convencida de la viabilidad del conjunto del conglomerado. “Así lo ha verificado Deloitte”, consultora encargada de pilotar el plan de reestructuración y de elaborar el Independent Business Review (IBR). Es más, desde el equipo que comanda José Pernas inciden en que la empresa contaba con el visto bueno de la banca acreedora, a quien habían planteado una quita sobre la deuda del 20%. Pero Inpesca, siempre según estas fuentes, ha trasladado a la banca cuáles son sus planes, retirando su respaldo al proyecto de reestructuración y, a la postre, dejando a Atunlo pendiendo de un hilo. “Teníamos todo alineado, nos están intentando masacrar”. En la pesquera pretenden ahora exprimir las posibilidades que les confiere la legislación societaria en España con el objetivo de bloquear la arremetida de la armadora vasca. “Nosotros tenemos el 60%. Pero ellos quieren capitalizar la empresa, llevarse la dirección a País Vasco y montar una fábrica en Portugal. Nos pidieron cerrar O Grove y lo cerramos, y nos pidieron cerrar Santoña y la cerramos también”. Estas clausuras supusieron el despido colectivo de cerca de 200 trabajadores. La panameña Marpesca, que lleva un año escaso en el capital de Atunlo, ha manifestado por escrito su compromiso de “poner capital” para garantizar la viabilidad futura del grupo.

Las frases

  • "Marpesca se compromete a poner capital. Teníamos alineados a los acreedores y a la banca con una quita del 20%"

    Dirección de Atunlo

  • "Nos pidieron cerrar O Grove y lo cerramos, y nos pidieron cerrar Santoña y la cerramos también"

    Dirección de Atunlo

Conflicto interno

Hay dos bandos en este conflicto. De un lado están los Pernas (40%) y Marpesca (20%), enfrentados a la familia que tiene las riendas de Inpesca (40%). Según las mismas fuentes internas, la armadora vasca está trasladando a Atunlo la “guerra interna” que existe en Mundaka. Porque de las tres ramas que componen el accionariado de esta atunera, es la de la familia Arrien la que pretende “dinamitar” Atunlo. “Tienen una guerra los Arrien con los Echevarría y los Lachaga. Por eso están celebrando juntas extraordinarias constantemente. La realidad es que aquí hay una parte del accionariado gallego y panameño que sigue queriendo sacar el tema adelante. Y el vasco con una lucha interina y la empresa en venta –la armadora cuenta con cuatro atuneros y un buque auxiliar o macicero– que busca sacar plusvalías y otras opciones”.

En efecto, como publicó FARO, Inpesca tiene fijadas en el calendario dos juntas extraordinarias para el día 30 de enero y el 6 de febrero. El orden del día de la primera se centra exclusivamente sobre la “situación” de Atunlo y la “adopción de decisiones” respecto a la crisis por la que atraviesa; en la segunda, para una estrategia que impida, como manifestaron desde el entorno de esta sociedad, un efecto “contagio” en su viabilidad.

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