Fandicosta se asoma al colapso tras el adiós a la puja de Wofco

La pesquera, que concurría con Interatlantic Fish, proyecta una nave de elaborados en Redondela

Las negociaciones están enquistadas

Imagen de archivo del buque “Frio Marathon” en el muelle de Fandicosta.

Imagen de archivo del buque “Frio Marathon” en el muelle de Fandicosta. / FdV

Lara Graña

Lara Graña

Facilitar, en la medida de lo posible, la continuidad de una empresa. Esta es la esencia de la legislación concursal española, de ahí que permita desplegar un amplio abanico de medidas de protección ante demandas de acreedores –en la fase preconcursal– o la rápida transmisión de una unidad productiva. Es lo que permitió la meteórica reactivación de la desaparecida Hijos de J. Barreras, por ejemplo, la redención de Nueva Pescanova o una nueva oportunidad a la (casi) desahuciada marca Hiperxel. Y es la que habrá de facilitar también que Fandicosta SA, con unas de las mejores instalaciones fabriles para la elaboración de pescado de toda Galicia, no diga adiós para siempre.

Pero la ley no lo es todo y este camino de recuperación para la pesquera se vuelve más escarpado cada día. “Las negociaciones están siendo muy complicadas, no se aprecia toda la buena voluntad necesaria”, lamentan fuentes conocedoras de los contactos. A la retirada de la puja de Cabomar Congelados se suma ahora la de Worldwide Fishing Company (Wofco), que había llegado a poner 42 millones de euros sobre la mesa para tomar el control de la factoría y una parte de su deuda. La primera no llegó a formular una oferta en firme.

“Se retiran”, constataron a FARO actores directos de este proceso. De modo que para la venta de la compañía –con sala de elaborados, logística frigorífica y casi 150 metros para atraque–, que suma una deuda financiera superior a los 40 millones de euros, solo queda un postor en pie: Interatlantic Fish. El grupo que comanda Luis Cabaleiro planteó al pool bancario una quita superior a la formulada por Wofco, pero con un mayor desembolso dinerario a cambio. Lanzada como una trader global, Interatlantic es también ahora la propietaria de la comercializadora Getfish y sus únicas instalaciones industriales físicas en España están en Bouzas, donde controla Galiciamar. Cerró su último ejercicio fiscal con una facturación consolidada de 130 millones de euros y 45.000 toneladas comercializadas. De asumir la gestión de Fandicosta, y al menos que decida subarrendar la sala de elaboración, será para Interatlantic un desembarco a lo grande en este segmento; la capacidad de producción de la factoría de Moaña alcanza las 35.000 toneladas anuales.

Vuelta a Redondela

Para el equipo que dirigen Alberto Barreiro y Borja Tenorio, la retirada de la puja por Fandicosta devuelve a Wofco, en cierto modo, a la casilla de salida. Su potente expansión y la tendencia de valorización de producto pillaron al grupo sin capacidad suficiente para elaborar tanto pescado. Wofco sí necesita una fábrica de transformación de materia prima –la que tiene en Teis, la antigua Confremar, hace tiempo que se les quedó pequeña–, por eso proyectaron la construcción de unas instalaciones punteras en los antiguos terrenos de Aucosa en Chapela. La adjudicación de Fandicosta habría ahorrado a esta multinacional un camino mucho más largo, tomando el control de unas líneas ya operativas y con capacidad de almacenamiento, máxime teniendo en cuenta la infinidad de trámites burocráticos que ha enfrentado por la actuación en Redondela. Pero esta asumirá ahora todos sus esfuerzos.

Precisamente la sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo acaba de confirmar la legalidad de la licencia urbanística otorgada a Aucosa para la “ampliación e implementación de modernización” de las instalaciones en Punta Chapelisa. Un fallo que, a juicio de la propia Wofco, “supone un respaldo definitivo al proyecto [...] para un complejo industrial” desde donde dirigirá su actividad a nivel mundial. La sociedad aspira ahora a que la Xunta califique su proyecto como “industrial estratégico”, con lo que acelerará las tramitaciones. Como poco más de un lustro de trayectoria, este grupo pesquero nacido en Cangas selló en 2022 un volumen de 68.500 toneladas comercializadas e ingresos de 330,5 millones de euros. El año próximo empezará a producir la factoría de elaboración de langostinos en Hohenau (Paraguay), en la que tienen un 40% del capital y que tendrá 40 toneladas diarias de capacidad de elaboración.

Mientras tanto, y pendiente de una eventual prórroga determinada por el juzgado de lo Mercantil para el preconcurso, el tiempo se le agota a Fandicosta para ejecutar su plan de reestructuración. Perdida ya su participación en la argentina Pesquera Cruz del Sur (en favor de Gandón SA) y las instalaciones de Vilagarcía (Bonfrig Ultracongelados), todos los activos del grupo están sobre la mesa para saldar un pasivo que, solo con la banca, alcanza los 70 millones de euros.

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