España busca grandes fábricas dispuestas a parar en caso de emergencia eléctrica

Red Eléctrica subastará el servicio de respuesta a la demanda para que industrias dejen de funcionar, a cambio de pagos de unos 100 millones

DAvid Page

España activó durante la crisis energética un nuevo sistema para reducir el consumo de luz de urgencia en caso necesidad y que venía a sustituir al anterior servicio de interrumpibilidad. El mecanismo permite la parada obligatoria de fábricas industriales para recortar el consumo de electricidad si es necesario y evitar desajustes entre la producción eléctrica y la demanda que se necesita cubrir en cada momento en todo el país. Red Eléctrica busca ahora más factorías industriales o compañías energéticas dispuestas a parar momentos su actividad durante 2024 en caso de emergencia a cambio de una retribución millonaria.

Red Eléctrica de España –el gestor del sistema eléctrico español– ultima la celebración de una subasta que arrancará el 30 de noviembre con la presentación de ofertas por parte de las fábricas y que finalizará el próximo 4 de diciembre. Las compañías adjudicatarias ofrecerán en la subasta una cantidad de potencia eléctrica que pueden dejar de utilizar durante unas horas y un precio al que están dispuestas a dejar de funcionar.

El servicio de respuesta activa de la demanda ha estado vigente durante un año, pero el mecanismo activado en la anterior subasta de finales de 2022 expiró el pasado 31 de octubre y no volverá a estar activo hasta el 1 de enero de 2024. Esto es, el sistema eléctrico español funcionará durante dos meses sin esta fórmula que busca ser una salvaguarda para evitar apagones. “La operación del sistema cuenta con otros mecanismos de balance que están plenamente operativos”, esgrimen fuentes de REE acerca del limbo de dos meses en que no estará activo este sistema de protección.

Las condiciones establecidas para la próxima puja contemplan un requerimiento de respuesta activa de la demanda para una potencia de hasta 1.812 megavatios (MW), frente al máximo de 1.352 contemplados en la puja del año pasado (aunque finalmente solo se adjudicó para menos de la mitad de esa potencia interrumpible). Durante el año pasado solo se obligó al parón de fábricas en una ocasión. A pesar de ello, REE estima que a lo largo de 2024 se podrían producir alrededor de 69 órdenes de activación del servicio especial (lo que supondría parar fábricas en un total de 207 horas, dado que las paradas son para periodos de tres horas). Red Eléctrica organizó en octubre de 2022 pasado la anterior subasta en busca de grandes consumidores de electricidad, comercializadoras y agentes del mercado eléctrico dispuestos a detener el consumo de luz si fuera necesario a cambio de una retribución específica. Como resultado de esa puja, el sistema eléctrico peninsular contó durante un año con 497 MW de potencia dispuestos a reducir su consumo en momentos puntuales para garantizar el equilibrio entre generación y demanda.

Las fábricas adjudicatarias de aquella subasta del sistema de respuesta activa de la demanda recibieron una retribución fija de 69,97 euros por cada MW asignado y hora, contando que debían estar disponibles para parar y prestar el servicio de urgencia un total de 2.714 horas al año (un 31% de todas las horas del año, concentradas en los días laborales y en diferentes periodos horarios del día que cambian en función de los distintos meses).

La retribución total que percibieron las compañías fue de 94,3 millones de euros durante un año de manera fija, a los que se sumarían pagos puntuales cada vez que fueran obligadas a dejar de funcionar en función del tiempo de parada y del precio del mercado eléctrico del momento.

Durante el año pasado, el sistema de protección sólo fue activado en una ocasión. El parón fue en la noche del pasado 4 de septiembre, cuando REE ordenó la parada obligatoria de varias fábricas industriales para reducir el consumo de electricidad nacional y evitar un desajuste importante por no disponer de suficiente producción eléctrica para cubrir con garantías toda la demanda.

Red Eléctrica lanzó la orden a las factorías de que detuvieran su consumo de luz a las 21.59 horas de aquel lunes para evitar un problema provocado por la parada no programada de la central nuclear de Ascó, en Tarragona, por un fallo interno, y que coincidió con una menor aportación de la producción de parques eólicos de la esperada y también con un alza de las exportaciones de electricidad, según confirman varias fuentes oficiales. El temor a un desajuste aquella noche de principios de septiembre provocó que varias fábricas tuvieran que detener su actividad.