El norte portugués ata más de 470 millones en inversiones industriales en solo seis meses

La antigua Delphi anuncia una planta de cableado para coches eléctricos tras el terremoto de António Costa | Armas, neumáticos, motores, vacunas u ostomías, mayores proyectos

Pedro Cilínio (izq.) y Luís Nobre, en la recién inaugurada fábrica de armas Browning. |   // CÁMARA VIANA

Pedro Cilínio (izq.) y Luís Nobre, en la recién inaugurada fábrica de armas Browning. | // CÁMARA VIANA / Lara Graña

Lara Graña

Lara Graña

A finales del siglo XIX Odgen era, además de un pequeño y recóndito pueblo al norte de Salt Lake City (Utah), un rincón más del denominado salvaje oeste norteamericano. Una postal de película de William Wyler o John Ford, con un modesto negocio de armería impulsado por el joven John Moses Browning. Aclamadas incluso por competidores como Winchester, las escopetas y pistolas Browning empezaron a popularizarse por su efectividad e innovación y han mantenido su buena prensa hasta hoy. La demanda –casi toda la producción se distribuye en EE UU, donde se pueden comprar armas junto a puestos de frutas– ha empujado a la compañía a ampliar instalaciones.

Primer negocio de los Browning en el Estado de Utah

Primer negocio de los Browning en el Estado de Utah / Browning

Y lo ha hecho a 65 kilómetros al sur de la raia con Portugal, en Viana do Castelo. Tras una inversión de 21 millones de euros –con una subvención de fondos europeos de 1,5 millones–, Browning ocupa ya una superficie de 30.000 metros cuadrados y da empleo a 500 personas. Un ejemplo más, y son multitud, de la efectividad del norte luso para captar inversiones: solo en los últimos meses ha cerrado casi una veintena de compromisos de esta índole por más de 470 millones de euros.

La última se anunció esta misma semana, inmune al terremoto político por la dimisión de António Costa. Está vinculada a la industria de automoción y a cargo de Aptiv (antigua Delphi Automotive), que destinará 10 millones de euros a una nueva planta de cables para vehículos eléctricos. Calcula que generará 70 millones de euros en ingresos anuales y la creación de hasta 80 puestos de trabajo directos. “Castelo Branco sigue aportando las condiciones para que éste y otros proyectos se instalen aquí”, enfatizó su alcalde, Leopoldo Rodrigues.

De vuelta a Viana, fue en junio cuando la también proveedora de componentes de automoción Borgwarner inauguró otra factoría más en el parque empresarial de Lanheses, en este caso para producción de motores eléctricos y componentes para vehículos 100% eléctricos e híbridos. Para esta actuación, que conllevó una inversión de 93 millones de euros, la multinacional fue eximida del pago del Imposto Municipal Sobre as Transmissões Onerosas de Imóveis (IMT).

La fábrica de armas de Viana do Castelo ha recibido 1,5 millones de euros de fondos europeos

Más al sur está Vila Nova de Famaliçao, más que intensa en captación de nuevos proyectos y que cuenta en su territorio con una macroplanta de la fabricante de neumáticos Continental. La multinacional está a gusto: tendrá un almacén robotizado de más de 4.000 metros cuadrados y 26 metros de altura que costará unos 60 millones de euros. Empezará a funcionar a mediados del año que viene.

En esta nómina de iniciativas las áreas de actividad trascienden a las –añoradas en Galicia– inversiones en automoción, toda vez que incluye sectores de toda índole. En Felgueiras, al noreste de la ciudad de Oporto, la danesa Coloplast destinará 100 millones de euros a la construcción de su mayor fábrica, en la que prevé emplear –apuntó su vicepresidente global de Cadena de Suministro, Frank Berg Rasmussen– a un millar de personas. Coloplast fabrica equipamiento médico de uso personal, desde anillos para ostomías a apósitos de silicona o catéteres para incontinencia. Sanitario ha sido también el mediático desembarco de la gallega Zendal, que puso sobre la mesa 20 millones de euros para su planta de vacunas en Paredes de Coura.

La retahíla continúa con una factoría de calzado de seguridad (AMF Safety Shoes, cinco millones en Lousada), otra de abrasivos (18 millones invertidos por Saint-Gobain en Maia), textil para el hogar (JF Almeida, 20 millones en Guimarães), corcho (otros 20 millones en Santa Maria da Feira), ropa (en Póvoa de Varzim, con 1,5 millones a cargo de Pinha Mansa) o CLS Brands, de vestuario de trabajo (7 millones en Viana). No han trascendido los importes invertidos o anunciados para las nuevas fábricas de Campicarn (Vila Nova de Famaliçao), Grupo Prozis (Guimarães) o Hydrumedical (ambas en Guimarães). Más al sur, el gigante Bosch ha comprometido otros 100 millones de euros para ampliar el negocio de bombas de calor de última generación en Aveiro.

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