La inmobiliaria de la familia Jove supera los 100 millones de facturación

Avantespacia incrementó un 77% su cifra de negocio y ganó 11,6 millones el pasado año, un 48% más, tras la entrega de 332 viviendas

Promoción de viviendas de Avantespacia en la localidad malagueña de Mijas.

Promoción de viviendas de Avantespacia en la localidad malagueña de Mijas.

Manolo Rodríguez

En 2006, un año antes de que Manuel Jove vendiese Fadesa a Fernando Martín, la promotora coruñesa, que estaba entre las tres grandes a nivel nacional, facturó 1.281 millones y ganó cerca de 230. El sueño inmobiliario del empresario no se acabó con la venta de la empresa. La dejó solo en hibernación. Llevaba más de 30 años construyendo y vendiendo casas. Una década después de aquella transacción minutos antes de que estallase la burbuja inmobilaria, impulsó Avantespacia, primero junto al BBVA y luego ya en solitario. Desde entonces han pasado siete años, y la nueva compañía, ahora bajo la batuta de sus hijos Felipa y Manuel Ángel tras la muerte de su padre en mayo de 2020, ha ingresado más de 100 millones, según recogen las cuentas de 2022, que acaba de presentar en el Registro Mercantil.

Avantespacia cerró 2022 con una cifra de negocio de 117,7 millones, lo que suponen un 77% más que doce meses antes y duplicar la de 2019. En sus siete años de vida no es la primera vez que supera los 100 millones de ventas. Ya lo había logrado en 2020, cuando llegó a los 107, pero debido a la pandemia, al ejercicio siguiente cayeron un 36% hasta los 66,4.

Creció la facturación y también los beneficios hasta los 11,6 millones por su actividad inmobiliaria, tras aumentar un 48% con respecto a 2021. No es la primera vez que los resultados alcanzan el doble dígito. Ya había ganado 16,8 millones en 2020, pero al igual que con la facturación, el COVID provocó que un año después cayese hasta los 7,8 millones.

Avantespacia logró por primera vez beneficios al cuarto año de vida. En los tres anteriores perdió 140.000, 822.000 y 823.000 euros, respectivamente. La primera vez que entró en números negros fue en 2019, al ganar 8,2 millones. En los últimos cuatro ejercicios, los resultados superan los 44 millones y las ventas, los 250.

Según destaca la promotora de la familia Jove en el informe de gestión de sus cuentas, “a lo largo de 2022 se ha continuado impulsando de manera importante la actividad inmobiliaria”. Al cierre del ejercicio tenía en comercialización 24 promociones en Aragón, Andalucía, Asturias, Canarias, Cataluña, Galicia, Madrid, Mallorca y Navarra, con un total de 1.450 viviendas. De ellas, el 48% estaban vendidas a 31 de diciembre. En 2022, entregó 332, lo que ha supuesto 117,78 millones de ingresos.

El pasado mes de mayo, Rocío Díaz, directora de promoción inmobiliaria de la compañía, reconoció en una entrevista a este diario que en 2022 habían incrementado las ventas de viviendas un 75% y en este preveían que creciesen un 50%. También destacó que “burbuja no hay” y que no habían notado una bajada en las ventas.

La inmobiliaria también apunta en su informe que a finales del año pasado tenía compromisos de venta de promociones en curso o terminadas por importe de 224,2 millones (233,9 a 31 de diciembre de 2021) para los cuales había recibido anticipos de clientes del Impuesto sobre el Valor Añadido que los grava por importe de 37 millones. Los compromisos de compra se elevaban hasta los 94,8 millones frente a los 107 de doce meses antes.

La compañía reconoce que posee una cartera de suelos y promociones de viviendas en curso y terminadas, distribuidas por todo el territorio nacional, cuyo valor asciende a 280 millones. Por su parte, sus activos alcanzan los 305, cuatro veces más que en 2016. El patrimonio neto asciende a 128 millones.

Avantespacia también comunica que al cierre del pasado ejercicio tenía concedidos préstamos hipotecarios por importe de 25,5 millones (21,9 un año antes), “los cuajes se encuentran garantizados por diversas promociones inmobiliarias”.

Inspección

Además, advierte de que, al cierre de 2022, la empresa tiene abiertos a inspección los ejercicios 2018 y siguientes del Impuesto sobre Sociedades, y los años 2019 a 2022, ambos inclusive, para los demás impuestos que le son de aplicación. La compañía explica que “los administradores de la sociedad consideran que se han practicado adecuadamente las liquidaciones de los mencionados impuestos, por lo que, aun en caso de que surgieran discrepancias en la interpretación normativa vigente por el tratamiento fiscal otorgado a las operaciones, los eventuales pasivos resultantes, en caso de materializarse, no afectarían de manera significativa a las cuentas anuales adjuntas”.

En cuanto a los gastos, el año pasado invirtió 18,8 millones en la compra de terrenos y solares, frente a los 28,5 de 2021. Pasó de tener 15 empleados a 21, por lo que los gastos de personal aumentaron casi un tercio: de 607.000 a 904.000 euros.

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