Las Cíes sí vieron pasar a los Havila

Días atrás, la terminal petrolera de Escombreras en Cartagena recibía la visita de la pareja de ferris más modernos y sofisticados del mundo. Ambas unidades hacían escala para aprovisionarse de gas natural licuado, que unido a sus motores eléctricos también destacan por ser los menos contaminantes e incluso de presumir de ser buques “cero emisiones” cuando realizan trayectos de hasta cuatro horas o maniobran en puerto. Se trataba de la pareja cuya gestación se realizó en 2018 en los extintos astilleros Barreras por encargo de la naviera noruega Havila Kystruten para realizar la Ruta del Litoral que une Bergen con Kirkenes (el viaje en barco más bello del mundo según la revista Lonely Planet), junto a otro dúo encargado a las factorías turcas de Tersan, que los entregó el pasado año.

Pero la quiebra del astillero vigués provocó que Havila derivara la construcción de la que estaba llamada a convertirse en la pareja viguesa Havila Polaris y Havila Pollux a la atarazana turca, que los acaba de entregar al CEO de la naviera nórdica Bent Martini el pasado 1 de agosto, en un acto celebrado a pie de muelle del astillero.

Ironías del destino harían que días después de tocar en Cartagena, el Havilla Polaris y su gemelo cruzaran a 40 millas al oeste de Cíes camino de Noruega, navegando en unas aguas para las que en principio estaban destinados a comenzar a navegar. Mientras que el Havila Polaris pasó frente a Cíes en la madrugada del pasado sábado, el Havila Pollux lo haría en la del domingo.

Los barcos, de 15.812 toneladas brutas y 124 metros de eslora por 22 de manga, disponen de capacidad para 680 pasajeros y 76 tripulantes. Ambas unidades, que según fuentes del sector supusieron en conjunto una inversión total de más de 500 millones de euros, entrarán en servicio en cuanto lleguen a Bergen uniéndose a sus predecesores Havila Castor y Havila Capella, operativos desde el pasado año.

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