Debate intergeneracional

El Gobierno ha subido dos veces más el gasto para la tercera edad que para los jóvenes

El Gobierno ha subido dos veces más el gasto para la tercera edad que para los jóvenes

La transición demográfica que promete recomponer el mapa económico y político.

La transición demográfica que promete recomponer el mapa económico y político.

Gabriel Ubieto

España, al igual que el resto de sociedades occidentales, se enfrenta al inminente retiro laboral de la generación del 'baby boom'. Una transición demográfica que promete recomponer el mapa económico y político. Y es que si hace 20 años en España había tantos menores de 30 años como mayores de 65, actualmente por cada uno de los primeros hay dos de los segundos, según datos del INE. Atender las necesidades de esa nueva y creciente mayoría sin hipotecar las oportunidades de los 'millenials' y sucesores amenaza con tensionar el debate político de las próximas décadas.

Entradas de cine a dos euros para mayores de 65 años los martes o descuentos para jóvenes que se vayan este verano de Interrail son las dos últimas medidas que el Gobierno ha anunciado durante estas últimas semanas específicamente segmentadas para los dos polos demográficos. Que se suman a una intensa batería de compromisos en materia de vivienda o becas que ascienden a miles de millones de euros. Solo en avales a los menores de 35 años para comprar vivienda el Ejecutivo estima poner encima de la mesa 2.500 millones de euros

“Mi intuición es que si las elecciones están más ajustadas que nunca, y parece que lo están, alguien ha leído que movilizar a esos jóvenes, por pocos que sean, es fundamental y puede decantar la balanza”, apunta el profesor de ciencias políticas de la Universidad Carlos III Pablo Simón. 37,6 millones de personas están llamadas a las urnas este próximo 28 de mayo, según los datos recopilados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Y por cada adulto menor de 30 años y derecho a voto hay más de dos mayores de 65 años. Es decir, los jóvenes son menos e históricamente menos constantes a la hora de ir a las urnas. 

Pese a que la mayoría de las nuevas medidas anunciadas por el Gobierno están específicamente enfocadas a los jóvenes, el grueso de los nuevos recursos movilizados durante esta legislatura ha beneficiado a la tercera edad. Con la revalorización de las pensiones en cabeza. Entre 2020 y 2023, por cada euro de aumento de gasto que se ha destinado a partidas que benefician mayoritariamente a los más jóvenes o suponen inversiones de futuro se han destinado dos a los mayores de 65 años. 

La tensión entre el corto y largo plazo

Mediante una aproximación realizada comparando las partidas de gasto de los últimos cuatro Presupuestos Generales del Estado, el incremento de inversión–que no la inversión acumulada- destinado a las carpetas de 'pensiones' y 'deuda pública' dobla (61.791 millones) el aumento de gasto en 'investigación e I+D+I', 'servicios sociales', 'fomento del empleo', 'prestaciones de paro', 'educación' y 'promoción de vivienda' (26.962 millones). Partidas, estas últimas, que o bien benefician mayoritariamente a los más jóvenes o suponen un gasto presente para mejorar la economía a futuro. 

“Lo que es bueno para los jóvenes no es un descuento en el Interrail, sino aquellas políticas que mejoran la productividad y miran al largo plazo. Y eso cuesta dinero y debe haber un debate público sobre cómo lo distribuimos. Los que ya tenemos una edad nos deberíamos preocupar a la hora de votar no solo por lo nuestro, sino también lo de los jóvenes”, apunta el catedrático de la Universidad Complutense de Madrid y subdirector de Fedea, José Ignacio Conde-Ruiz.

Esa proporción en el incremento de gasto público de 2 a 1 durante el conjunto de la legislatura se dispara especialmente durante el último año a un 10 a 1. Impulsada, principalmente, por la revalorización de todas las pensiones un 8,5% –desde la máxima, que se ha elevado a 3.058,81 euros mensuales, hasta la mínima no contributiva, a los 484,61 euros mensuales-, igual que el IPC. Lo que de un año para el otro le ha exigido al Estado destinar 19.547 millones de euros más a la partida de pensiones, hasta un total de 190.687 millones de euros anuales. Para ponerlo en perspectiva, la inversión total del Estado presupuestada para vivienda –que está actualmente en récords históricos- es de 3.477 millones de euros.  

Dependientes de la familia

"Es un error leer la revalorización de las pensiones exclusivamente como un gasto para la tercera edad. Porque cada euro que suben las pensiones se reparte dentro de la familia y se dedica al consumo interno, lo que beneficia a la economía”, defienden desde CCOO.

“En España la unidad básica de redistribución es la familia y eso tiene efectos de equidad. Por eso esa falta de gasto [en los jóvenes] no se nota tanto, porque es el hogar quien lo compensa. No todos los jóvenes o ancianos son igual de vulnerables”, apunta Simón. Este politólogo señala que otro enfoque para evaluar la distribución intergeneracional del gasto público es la capacidad redistributiva de la misma. Es decir, ¿gastamos más donde hay más pobreza o no? 

“Ahí está la mala noticia. En España tenemos récord en pobreza infantil y juvenil. Los primeros no votan y los segundos son pocos. Si tú comparas los perfiles de hogares pobres, mientras los niveles de pobreza están 10 puntos por debajo de la media entre los hogares con dos cónyuges de más de 65 años, en los hogares monoparentales con niños a cargo ahí la pobreza se dispara a más de 30 puntos por encima”, apunta el profesor de ciencias políticas del UC3M.  

Los salarios, asignatura pendiente

Los expertos consultados para este reportaje declinan que esa tensión demográfica deba leerse como una guerra intergeneracional, según la que la bonanza de unos sea a costa de la carestía de otros. Pero un nuevo escenario exige de nuevas dialécticas. Para la catedrática de la UB Montserrat Guillén una variable clave en los próximos años no es tanto cómo se distribuya generacionalmente el gasto -“Es importante no coaccionar el margen de maniobra de las futuras generaciones”, apunta- sino cómo evolucionarán los salarios que cobren los jóvenes. Y si España podrá converger o no con las locomotoras europeas. 

“La competencia entre países para captar a trabajadores jóvenes va a ir a más y tienes que generar las condiciones para evitar fugas”, apunta Guillén. "La fuerte caída en la tasa de natalidad está estrechamente relacionada con la percepción y la realidad de la precariedad que enfrentan muchos jóvenes", coincide el profesor de economía de Esade Pedro Aznar. Los últimos datos del INE revelan que en España nacen un 10% menos bebés que en 2019, antes de la pandemia.

De momento el mercado laboral no está yendo en esa dirección, si no al contrario. Los españoles cobran, de media, un 31% menos que sus homólogos de la eurozona, cuando antes del estallido de la burbuja inmobiliaria, en 2008, la diferencia era del 23%, según los últimos datos publicados por Eurostat. Su propuesta pasa por, entre otros, por acuerdos salariales entre patronales y sindicatos a más años vista, con mayor grado de cumplimiento entre las partes y que permitan no solo no perder poder adquisitivo, sino ganarlo.

“España no ha empezado a envejecer todavía. Los jóvenes cada vez serán más irrelevantes numéricamente para ganar unas elecciones, pero también pueden votar con los pies”, alerta el subdirector de Fedea.  

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