R digiere la fallida unión con Euskaltel y vuelve a crecer con MásMóvil

La firma gallega supera los 600.000 clientes tras sumar 10.000 en 2022 | “La fusión ha sido de libro”, asegura el director de la operadora

Alfredo Ramos.   | // IAGO LÓPEZ

Alfredo Ramos. | // IAGO LÓPEZ / manolo rodríguez

manolo rodríguez

En julio de 2015, se anunció la compra de la operadora gallega R por parte de Euskaltel. En aquel momento, el presidente de la operadora vasca, Alberto García Erauzkin, aseguró que mantendría “la continuidad de las respectivas marcas, estructuras locales y equipos profesionales porque son las claves del éxito”. Las respectivas marcas continuaron, pero las estructuras locales y los equipos profesionales gallegos se redujeron. Muchos de los servicios que se realizaban en la comunidad se trasladaron a otros lugares como Asturias y la plantilla también se resintió. Antes de que acabase 2015, el que durante 17 años fue consejero delegado de la operadora, Arturo Dopico, abandonó la compañía. Con él se marchó buena parte de los directivos porque no se sentían cómodos con la nueva dueña. La conclusión fue que esa supuesta “continuidad” de los equipos profesionales supuso la reducción de la plantilla gallega de 210 a 135 empleos directos –un 35% menos–, además de los indirectos (recortes en los call center de atención al cliente). La consecuencia fue que el servicio se resintió, empeoró la cobertura y la calidad de atención al cliente y el negocio lo notó.

Pero esa travesía por el desierto ha tocado a su fin, después de que en 2021 MásMóvil comprase Euskaltel, y por tanto, R. “Volvemos al crecimiento”, reconoció ayer Alfredo Ramos, director de la operadora gallega, quien explicó que la compañía aumentó su base de clientes durante el pasado año (10.000 más), y en los tres primeros meses de este ejercicio ha crecido tanto como en 2022. El ejercicio pasado lo cerró con una cifra cercana a los 205.000 servicios fijos de banda ancha y 400.000 líneas móviles pospago, hasta alcanzar más de 600.000 clientes.

La causa de este crecimiento tiene una explicación, según Ramos: desde la integración con MásMóvil la operadora gallega ha invertido 100 millones en fibra óptica y 5G. Además, el año pasado concluyó la migración de todas las líneas de telefonía móvil de clientes residenciales a la red de antenas del grupo MásMóvil, que son 2,5 más que cuando estaba con Euskaltel. Como consecuencia, ha mejorado las redes de telecomunicaciones, la cobertura y los servicios que ofrece, lo que se ha traducido en un incremento de la satisfacción de los clientes.

El director de R apuntó que las incidencias con el móvil se han reducido un 65% con respecto a 2021; las de televisión se han rebajado un 50% y otros tipos de incidencias, un 27%. Además, el índice de satisfacción aumentó un 13%, y los niveles de recomendación, un 28%. Alfredo Ramos también reveló que la integración con MásMóvil ha sido “de libro” porque ambas compañías comparten la misma visión, misión y valores. “La integración la hemos visto como un relanzamiento del proyecto”, reconoció. Entre 2022 y 2024 está prevista una inversión de 175 millones para seguir mejorando las redes.

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