Análisis

Iberconsa, al pie del altar

La decisión de Abanca dejó sorprendidos a muchos de la pesquera que dirige Alberto Freire y a casi todos también dentro del sector

Exteriores de la sede de Nueva Pescanova en Chapela, ayer.

Exteriores de la sede de Nueva Pescanova en Chapela, ayer. / RICARDO GROBAS

Lara Graña

Lara Graña

Entre que el árbitro dispara y los corredores llegan a la línea de meta, es normal que haya muchas carreras dentro de una única competición. Están las liebres, los que van agazapados en medio del pelotón, los gregarios, sprinters... Antes de Semana Santa, en la galopada para comprar Nueva Pescanova, no había escapados. Al menos, Cooke Inc. no lideraba en solitario las pujas. Platinum Equity, propietaria de Iberconsa a través de Bering IV Congelados, se daba por adjudicataria de, al menos, parte del conglomerado. También fue este periódico quien anticipó la entrada de este player en las negociaciones con Abanca, en su edición del 23 de marzo. La elección del grupo canadiense por parte de la entidad que preside Juan Carlos Escotet pilló este jueves a contrapié a muchos en la pesquera que dirige Alberto Freire. Y a casi todos dentro del sector.

Una de las vías de desinversión que se abordaron en Chapela era la segregación de los activos en dos partes: grosso modo, con la acuicultura por un lado (para Cooke) y el negocio extractivo y de procesado por otro (para Platinum). Hasta este miércoles, como pudo confirmar FARO, en Iberconsa seguían diseñando la integración y digestión del nuevo proyecto. Incluso con la asunción de medidas para cumplir con la ley argentina, por ejemplo, que habría obligado a Iberconsa a desprenderse de buques tangoneros –para la pesca de gambón– y cumplir con las disposiciones en materia de competencia. Estaba asumido.

También, que la empresa resultante recibiría el respaldo de Abanca para refinanciar la deuda de Pescanova e Iberconsa, al menos, a fin de que resultase menos gravosa para las cuentas en un contexto de elevada inflación y con los tipos al 3,5%. “Estoy muy sorprendido”, constataba ayer un empleado de la sede central de Teis. “Desconcertado”, abundaba otro de la competencia. Si el banco gallego había tomado una decisión previa a la jornada del miércoles descartando a la filial de Platinum, ésta no era conocida en al menos buena parte de la alta dirección. “Me acabo de enterar”, zanjó uno de sus miembros. Alberto Freire y Alberto Encinas, CEO y director general, respectivamente, lideraban los contactos.

La compra encajaba al private equity Platinum, cuyo objetivo es crear un gran grupo pesquero global en torno a la columna vertebral de Iberconsa y venderla a medio plazo. Con ingresos de 400 millones en 2021, el objetivo de la pesquera de Vigo es alcanzar los 700 millones para 2024. Esta adquisición habría doblado ese umbral, y de hecho acarició una compra que sí le habría situado en esos valores. Se trata de la también viguesa Mascato, aunque los contactos se interrumpieron hace pocas semanas. “De momento –incidieron fuentes próximas al cuartel general de Teis– no se va a hacer”. Ahora, quizás, la oportunidad vuelve a coger fuerza.

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