GKN ofrece diez años de carga de trabajo a sus plantas españolas si rebajan costes

El grupo pone a competir a los centros de Vigo, Legazpi y Zumaia con los de Europa del Este por un pedido para Seat-VW | Pide contener salarios y reducir los costes durante cinco años

Instalaciones de la multinacional de origen británico GKN Driveline en el polígono de Balaídos. |  // J. LORES

Instalaciones de la multinacional de origen británico GKN Driveline en el polígono de Balaídos. | // J. LORES / José Carneiro

José Carneiro

José Carneiro

Las tres plantas españolas de la división Driveline del grupo de origen británico GKN –Vigo, Legazpi y Zumaia– tienen sobre la mesa el mayor contrato de su historia: un pedido para los coches eléctricos de Seat-Volkswagen en España que aportaría carga de trabajo para una década. Pero no es gratis. La multinacional controlada por Melrose Industries condiciona el premio a un control de los salarios por debajo de la inflación y a un recorte de los costes durante los próximos cinco años. La oferta tiene además plazo de caducidad: tiene que haber acuerdo antes de la primera semana de marzo. De lo contrario, este suculento pedido se lo llevarán las plantas del grupo en Europa del Este, donde además está reforzando sus capacidades con una nueva factoría en Hungría, como ya recogió FARO.

El encargado de exponer los planes del grupo al comité de GKN Vigo –que preside la CIG– ha sido Julien Fournet, director de Operaciones del Oeste de Europa, en una reunión celebrada el pasado lunes. El proyecto son dos referencias para los coches eléctricos que Volkswagen y Seat fabricarán en sus plantas españolas, con un volumen estimado de seis millones de vehículos para el periodo 2025-2035, que se traducen en casi 12 millones de transmisiones, con sus árboles y juntas correspondientes (que son los componentes en los que están especializadas las factorías españolas de GKN).

La condición que exige la empresa para recibir este contrato –el código interno del proyecto es MEB21– es un recorte de costes durante un periodo de cinco años que deberá venir principalmente por la vía de la contención salarial, tanto de los empleados de mano de obra directa como indirecta, y las tres plantas deberán contribuir de forma proporcional al acuerdo. La propia empresa está comunicando los términos a los trabajadores de Vigo, ya que la decisión tiene que tomarse antes de la primera semana de marzo. Fuentes sindicales explican que al contrato también aspiran las plantas del grupo en Polonia, República Checa y la nueva unidad en construcción en Hungría, y que sin esa contención de costes será imposible competir.

Esta oportunidad para las factorías españolas se ha conocido apenas unos días después de que el grupo anunciase el cierre de una planta del tamaño de Vigo en Alemania por falta de competitividad en costes. Se trata del cuarto centro que Melrose Industries clausura desde que tomó el control de GKN hace poco más de cinco años.

GKN Driveline tiene la mayor planta de componentes del sector en Galicia a través de sus instalaciones en el polígono de Balaídos. Allí trabajan unos 800 trabajadores facturando productos de sistemas de transmisión, erigiéndose como la segunda firma del motor gallega (tras el fabricante que pilota Carlos Tavares) en cuanto a volumen de trabajadores en una sola instalación. Los orígenes de GKN Vigo se remontan a 1973. Ese año, Citroën Hispania y Seat fundaron en el Polígono de Balaídos Industrias Mecánicas de Galicia S.A., Indugasa, para fabricar componentes para la factoría de coches viguesa. Trece años más tarde, en 1986, se produjo su venta a la multinacional británica GKN y la firma comenzó a diversificar su cartera de clientes.

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