Rodman asegura su futuro con 14 barcos por casi 45 millones para Aduanas y la Armada

La Agencia Tributaria adjudica la fabricación de tres buques de altura y ocho patrulleras de alta velocidad | Defensa encarga dos lanchas de adiestramiento y un patrullero

Botadura de la última patrullera construida por Rodman para Aduanas, la “Cóndor”.

Botadura de la última patrullera construida por Rodman para Aduanas, la “Cóndor”. / Ricardo Grobas

Adrián Amoedo

Adrián Amoedo

A comienzos de noviembre, el número de licitaciones y concursos previstos o publicados por parte de los distintos órganos dependientes del Gobierno central para renovar sus unidades marítimas suponían una cartera de pedidos por un valor superior a los 220 millones de euros, y todo ello a la espera de otros proyectos. Buena parte de aquellas al menos 20 unidades correspondían a las patrulleras de Aduanas, que buscaba un astillero para fabricar tres buques de altura y ocho interceptadoras de alta velocidad. Junto a ello, la Armada buscaba una firma capaz de construir un patrullero y dos lanchas de adiestramiento. La firma moañesa Rodman Polyships será la encargada de fabricar las 14 unidades por casi 45 millones de euros (IVA incluido), con lo que asegura carga de trabajo por lo menos hasta 2026 en su división de barcos profesionales.

Rodman ya se aseguró en 2019 la construcción de la Cóndor para Aduanas, la patrullera de PRFV (poliéster reforzado con fibra de vidrio) más grande jamás realizada en Europa con sus 43 metros de eslora. Aquel pedido ascendió a 8,2 millones de euros, pero Aduanas necesita seguir renovando sus embarcaciones, tanto las de altura como las de menor tamaño. No en vano, el servicio cuenta con más de medio centenar de embarcaciones repartidas por la costa española.

Por eso, el pasado octubre lanzó una licitación cuyo objetivo era dotarse de tres nuevos barcos de altura. Con un valor de 19,7 millones de euros, la idea era la fabricación de tres unidades de entre 30 y 35 metros realizadas también en fibra. Rodman resultó ayer vencedor con una oferta de 18,8 millones (con impuestos), con lo que volverá a participar en un segmento de la flota de Aduanas para el que ya aportó entre 2000 y 2009 más de una decena de unidades de su modelo “Rodman 101”.

En concreto, estos barcos tendrán el objetivo de vigilar el contrabando de drogas y, según se recoge en el pliego, “es imprescindible disponer de nuevas embarcaciones dotadas de los medios técnicos adecuados”. Contarán con espacio para una dotación de 10 tripulantes y tendrán que alcanzar una velocidad de 35 nudos. Rodman contará con un total de 36 meses para entregar las tres unidades.

El astillero moañés venció a Gondán en la puja por las interceptadoras

También para Aduanas se confirmó el pasado julio la renovación de la mitad de sus lanchas interceptoras. En total, el presupuesto base de la licitación era de 17,5 millones para fabricar ocho unidades. En este caso, de entre 16 y 18 metros, como el resto. El astillero moañés volvió a vencer a comienzos de esta semana con una oferta de 16,6 millones, superando así a la otra empresa que intentó hacerse con el pedido, la asturiana Gondán, que está pujando fuerte por este tipo de proyectos a través de su división de barcos de fibra.

El pliego recoge el contrato se debe completar también en 36 meses. Para ello, Rodman tendrá que hacer barcos pensados “especialmente para la navegación de planeo, en persecución, siendo su velocidad la característica más importante”. Así, las ocho unidades serán de alta velocidad, capaces de llegar a los 55 nudos, y con capacidad para seis personas.

En este caso, el modelo facturado desde 1989 por parte del astillero es el “Rodman 55”, también empleado en sus distintas variantes por otros servicios como el de la Guardia Civil.

Pedidos

Con estos contratos, Rodman apuntala su carga de trabajo hasta 2026 y de cara a los próximos años. Una cartera de pedidos en la que también figuran las dos lanchas de instrucción para el adiestramiento de alumnos y un patrullero de vigilancia costera adjudicados el pasado septiembre por parte de la Dirección de Gestión Económica de la Jefatura de Apoyo Logístico de la Armada. En este caso, el valor del contrato (los tres barcos van en un único lote) fue de 8,04 millones de euros.

Rodman ya entregó en 2020 dos lanchas de instrucción para la Armada, la M.M. Bustelo Pavón y la M.M. Pérez Verdú. En aquella ocasión, contaban con una eslora de 20 metros y su destino fue Ferrol, para la Escuela de Especialidades de la Estación Naval de La Graña.

Las dos nuevas serán para la Escuela Naval de Marín, tal y como adelantó la secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce. La patrullera, por su parte, se destinará a Melilla.

Holanda

Por otro lado, en el muelle del astillero moañés reposan ahora dos catamaranes de 35 metros de eslora con bandera holandesa. Los barcos, que tienen por nombre Aqua Beryl y Aqua Sapphire, corresponden al modelo “Rodman 115”, el catamarán de mayor eslora diseñado y construido por el astillero y uno de los más grandes realizados en fibra en toda Europa.

En 2019, la naviera Aqualiner encargó estas dos unidades con capacidad para 248 pasajeros cada uno y con una cubierta específica para la estiba de hasta 63 bicicletas. Estos días comenzaron las pruebas de mar previas a su entrega.

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