La mayoría de analistas prevén que el euríbor a 12 meses, la principal referencia para las hipotecas, acabará este año entre el 1,5% y el 1,9% (en el mes de diciembre del año pasado cerró en una media del -0,502%). La horquilla oscila entre el 1,41% que estima Funcas, la fundación de las cajas, y el 1,90% calculado por Bankinter. De cara al final de 2023, ya hay estimaciones que llegan e incluso superan el 2%.

El mes pasado este indicador rozó el 1%, al cerrar de media en el 0,992%, después de llegar al 1,2% cuando el Banco Central Europeo (BCE) subió los tipos de interés en 0,50 puntos. En todo caso, ronda los niveles de hace una década. Comparado con un año atrás, el incremento es muy sustancial, ya que en julio de 2021, el euríbor se situó en un -0,491%, con lo que el ascenso es de algo más de un 300% o, lo que es lo mismo, 1,5 puntos porcentuales. En lo que va de agosto, la tasa diaria se ha movido en torno al 0,94% y el 0,96%, lo que supone una cierta moderación, pero la tendencia es alcista.

La subida, en todo caso, se traslada al bolsillo de quienes tienen una hipoteca a tipo variable, que son más de cuatro millones de usuarios. Alguien con una hipoteca de 150.000 euros con el euríbor + 0,99 de interés a 30 años y con revisión en julio verá cómo la cuota de su hipoteca aumenta unos 100 euros, es decir, pasaría de pagar 448,72 euros al mes a abonar 549,49 euros a partir de esta revisión. Esto supone un aumento de 1.209,24 euros anuales.

El sector bancario, que disfruta en los últimos meses de un auténtico auge en la comercialización de hipotecas, estima que las familias pueden soportar subidas de los tipos de interés hasta situarse entre el 1% y el 2%. En CaixaBank Research prevén un euríbor a 12 meses en el 1,48% este año y en el 1,78% al final del año que viene. A juicio de este servicio de estudios, sigue el dinamismo de las nuevas hipotecas, como se reflejó en la presentación de resultados del primer semestre de las grandes entidades financieras.