El camión cargado con la góndola del primer aerogenerador instalado en el parque eólico de Cabo Vilán a principios de los años 90 tardó seis días en recorrer los 88 kilómetros que separan el puerto de A Coruña y Camariñas. En aquel momento era el más potente de España, un proyecto respaldado por la Unión Europea que aspiraba a despejar el camino al desarrollo del viento como fuente de energía limpia. El complejo costó 1.500 millones de las antiguas pesetas. Se levantaron 22 molinos que compartieron un emplazamiento natural privilegiado con el mítico faro de la localidad durante un cuarto de siglo, hasta que en junio de 2016, tras obtener lo última licencia municipal, Naturgy inició las obras de modernización del parque, que pasó a tener solo dos máquinas de 3 megavatios (MW) cada una y elevó un 400% su capacidad de producción.
Desde entonces, las repotenciaciones de viejos parques eólicos en Galicia van con cuentagotas, a pesar de que la comunidad fue pionera en el despegue del sector. La polémica reforma energética impulsada por el exministro José Manuel Soria en 2013 acabó con las primas a las tecnologías renovables por su aportación a la lucha contra el cambio climático y la fiebre del viento se apagó. La patronal gallega, EGA, lleva tiempo reclamando “incentivos fiscales, medioambientales y de tramitación” para acometer la actualización tecnológica de los parques más antiguos. Hay 86 en Galicia con una potencia de 1.259 MW, un tercio del total, que superan los 20 años, cercanos ya a los jubilación porque la vida útil en su caso ronda los 25.
Renovación tecnológica
De ahí que Galicia sea una de las principales candidatas al programa de ayudas que prepara el Ministerio para la Transición Ecológica a la inversión en repotenciación de parques eólicos, además de renovación tecnológica de minicentrales hidráulicas de hasta 10 MW –en la comunidad hay más de un centenar– e, incluso, para proyectos innovadores en el reciclaje de palas y aerogeneradores de los molinos obsoletos. El departamento dirigido por Teresa Ribera acaba de lanzar a consulta pública la propuesta de orden y prevé un presupuesto inicial de 150 millones de euros.
A lo largo de esta década, según el ministerio, se desmantelarán entre 10.000 y 12.000 MW de los parques actuales. La repotenciación “supone un importante activo dada su ubicación en lugares de elevado recurso energético, la existencia de infraestructuras y la capacidad existente de conexión a la red, así como el menor impacto ambiental y territorial derivado de desarrollar nuevos proyectos en ubicaciones ya destinadas a la generación de electricidad”. El plan renove eólico aspira a la actualización tecnológica de unos 435 MW eólicos –y 50 MW hidroeléctricos– con apoyos públicos bajo “criterios de economía circular”. “Debido a la ingente cantidad de instalaciones eólicas que se desmantelarán en esta década –recuerda el ministerio–, resulta urgente e imprescindible encontrar soluciones comerciales y criterios de economía circular para las palas de los aerogeneradores”.
Repotenciación
Parques ya envejecidos
Galicia fue pionera de la eólica en España y es también una de las que tiene los parques más antiguos. El 33% de la potencia operativa ahora mismo supera los 20 años.
Ayudas a la inversión
La orden que saca a exposición pública el Gobierno prevé incentivar la renovación tecnológica de los parques eólicos, de las minicentrales hidroeléctricas de hasta 10 MW y soluciones para reciclar las palas.
