El Plan de Retribución Variable a Largo Plazo que la cúpula de Adolfo Domínguez estrenó el pasado año y que preveía mantener también en 2023 queda sin efecto tras la decisión de relevarlo por otro plan de incentivos que llegará hasta 2024 e incluye ya objetivos de sostenibilidad. El cambio, aprobado ayer por la Junta General de Accionistas del grupo textil, prevé el reparto de un máximo de 294.443 acciones, representativas del 3,17% del capital de la sociedad. Se aplicará a los consejeros ejecutivos y a miembros de la alta dirección, según recoge la documentación remitida por la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
A la presidenta, Adriana Domínguez, le corresponderían como mucho 152.137 títulos y el tope para Antonio Puente, ratificado también en la cita de ayer como consejero ejecutivo, asciende a 93.315. Además de considerar el beneficio y el valor creado para el accionista durante la vigencia del plan, el baremo incluye criterios no financieros ligados al Plan de Impacto Positivo que lanzó Adolfo Domínguez en su estrategia de cuidado al entorno con el foco puesto en las materias primas, la concentración de la producción en proveedores aliados en sostenibilidad –como adelantó hace unos días FARO– y la trazabilidad de la cadena de suministro. Será el Consejo de Administración el que desarrolle y fije “las condiciones concretas” del plan de incentivos, dejando la puerta abierta a adaptar el contenido a las circunstancias externas e internas.
Los accionistas respaldaron también las cuentas anuales de la compañía, que logró recortar un 52% las pérdidas y colocar de nuevo el resultado bruto de explotación (Ebitda) en positivo: 400.000 euros.
