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Casi la mitad de los contratos firmados por mujeres en Galicia este año son jornadas parciales

Los hombres acumulan un 42% más de contratos a tiempo completo que ellas, incluso en la modalidad de prácticas laborales

Una camarera trabajando en un bar. // David Zorrakino EFE. MADRID| David Zorrakino - Europa Press

La discriminación empapa la trayectoria profesional de las mujeres de inicio a fin. Entre los jóvenes, el salario de los hombres en Galicia en su primer empleo ronda los 1.050 euros, un 23% más que la retribución a las mujeres en su estreno en el mercado de trabajo, alrededor de 850 euros, según los análisis del Instituto Galego de Estatística (IGE) a partir de las vidas laborales de la Seguridad Social. Llegados a la edad adulta, la diferencia del tiempo de alta entre ambos sexos se dispara y ellos alcanzan el momento de la jubilación con casi 11 años cotizados más que ellas. La cuantía media de la pensión –1.192 euros los hombres y 773 euros las mujeres– es el último eslabón de la brecha, alimentada por el tipo de contratación. El empleo en los sectores con peores salarios está muy feminizado y habitualmente va acompañado de menos horas de ocupación. Y no parece que eso esté cambiando a pesar de todas las medidas impulsadas por las administraciones y parte del tejido productivo.

Con la reforma laboral, los indefinidos alcanzan niveles inéditos en España. El 48% de los contratos formalizados en abril, cuando desapareció definitivamente la modalidad de obra y servicio y entraron en vigor el resto de cambios para los que se dio a las empresas un plazo de tres meses de adaptación, fueron fijos. El porcentaje en Galicia es algo menor, el 42,3%, aunque tampoco hay precedentes de una cifra similar: 17.994 nuevos indefinidos, 111 de personas con alguna discapacidad y 9.074 temporales que pasaron a fijos.

Simón Espinosa

El incremento de la parcialidad

Pero también en la transformación radical de la calidad del empleo se abre camino la discriminación por sexos. De los casi 18.000 indefinidos iniciales en la comunidad, unos 7.300 van a jornada completa. Mientras que los hombres firmaron 4.557, para mujeres hubo 2.768. Justo lo contrario de lo que sucede en las jornadas reducidas: 1.640 de hombres y 3.200 de mujeres, como recoge el análisis de la contratación del mes pasado del Servicio Público de Empleo (Sepe).

El problema de la altísima tasa de parcialidad entre las trabajadoras gallegas no es nuevo. Desde la grave crisis financiera, el volumen de ocupadas que no tiene una jornada completa se mantiene por encima del 20%. Por eso en la otra opción para ser indefinido, a través de la transformación de un contrato eventual, las mujeres destacan otra vez: 2.017 jornadas parciales convertidas en fijas, el doble que en hombres (1.000).

En todo el cuatrimestre

Sumando los nuevos empleos del primer cuatrimestre entero, las mujeres acumulan cerca de 119.200 contratos. Tanto entre los indefinidos como en los temporales, el 43% (51.500) se destinó a una jornada parcial. Los puestos de horario reducido representaron el 23% (28.380) de los contratos en los hombres, que tienen un 42% más de jornadas completas que las mujeres. No hay ninguna modalidad que rompa este desequilibrio. Incluso entre los contratos para la obtención de prácticas profesionales, el número de jornadas parciales de las mujeres (178) es superior a la de los hombres (131).

El salto de temporales a indefinidos creció hasta abril un 77% en comparación con el mismo periodo del ejercicio pasado. Se realizaron 27.533 conversiones. Alrededor de 16.900 eran antes contratos de refuerzo por circunstancias de la producción, una modalidad que no desaparece en la reforma laboral, aunque sí queda restringida a necesidades reales de actividad y únicamente en momentos puntuales. Los trabajadores eventuales que llevaban menos de seis meses con el contrato actual suponen prácticamente el 50% de las transformaciones y más de 1.000 arrastraban al menos tres años en situación de temporalidad.

Por sectores

El comercio y la reparación de vehículos engloba el mayor número de conversiones en indefinidos, unas 5.100 después de un alza del 89%. Pero el ascenso más contundente se da en la hostelería: 4.436 fijos que antes eran temporales, un 314% más que entre enero y abril de 2021. En la construcción aumentaron un 85% (2.700) y un 87% en educación (618). La industria manufacturera convirtió en fijos a casi 4.000 eventuales (45% de alza); a 2.200 la sanidad y los servicios sociales (48%); y por encima de los 2.000 también las actividades administrativas y servicios auxiliares (5% de incremento).

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