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Los altos precios frenan el consumo y la recaudación fiscal de la energía en Galicia

Los ingresos del impuesto de la cerveza crecen seis veces más que la electricidad y los combustibles siguen sin acelerar

Un tendido de una línea eléctrica. // Jesús Diges Jesús Diges

El termómetro de la recaudación fiscal recogió la fiebre de la economía en los momentos más duros de la primera ola del coronavirus. La paciente entró en hibernación para controlar la pandemia durante la Semana Santa de 2020 con pronóstico reservado. Todo era tan inédito que pocos se atrevían a vaticinar cómo evolucionaría. El escudo social impulsado por el Gobierno para contener el impacto del parón en empresas y trabajadores –especialmente los ERTE, la prestación para los autónomos y el manguerazo de liquidez con los ICO y la exoneración de las cuotas a la Seguridad Social para las empresas– frenaron el contagio de la crisis sanitaria al tejido productivo y los ingresos tributarios tardaron relativamente poco en recuperarse también. En 2020 se redujeron un 8,6% en Galicia, hasta los 6.985 millones de euros; y el pasado ejercicio rebotaron con fuerza: 8.151 millones de euros, un 16,7% más. Pero no todos los gravámenes están funcionando de la misma manera.

Simón Espinosa

La falsa teoría de que a precios más altos, mayor recaudación fiscal queda en evidencia con lo que está ocurriendo precisamente entre los productos más inflacionistas. Ni la electricidad ni los hidrocarburos revierten al bolsillo público el enorme encarecimiento que arrastran desde el arranque del pasado ejercicio, cuando la actividad despertó de repente del letargo por el coronavirus.

Los combustibles

La demanda de gasolina repuntó un 23,5% y un 13% la del gasóleo en la comunidad durante el pasado año. Lo esperable tras el fin de las restricciones a la movilidad. Aún así, los dos principales carburantes para la automoción arrastran una caída del 1,4% y del 6%, respectivamente, en comparación con los niveles de 2019, según los datos de la Corporación de reservas estratégicas de productos petrolíferos (Cores). La recaudación fiscal en Galicia ligados a los hidrocarburos cerró 2021 en negativo porque las devoluciones superaron en casi 20 millones de euros a los ingresos brutos.

El acumulado del Estado aumentó un 13,6% frente al 16% de merma registrado el ejercicio anterior. El incremento, según la Agencia Tributaria, “supera en casi dos puntos al avance del consumo por la subida del tipo medio derivado de un mayor uso de los productos gravados a tipos superiores”. Al igual que sucede con otras figuras de la cesta fiscal, la tasa de los hidrocarburos refleja lo que pasa a su alrededor: un primer trimestre en el que se mantuvo el descenso por el impacto del temporal Filomena y las restricciones vigentes por la pandemia, un segundo trimestre “de fuerte repunte en respuesta a la drástica caída de 2020” y la otra mitad del año en la que “el incremento de los precios frenó en parte el avance de los consumos”.

La electricidad

El Impuesto especial sobre la electricidad aportó unos 43,5 millones de euros en Galicia en 2021, según detalla la Agencia Tributaria en el informe anual que acaba de hacer público. La recaudación aumentó únicamente un 3,3% en comparación con 2020, el año marcado por el teletrabajo, el paréntesis de todas las actividades no esenciales en la etapa inicial del COVID-19 y los cierres intermitentes de la hostelería y el comercio.

En todo el Estado se redujo un 20% lastrado por la bajada del tipo del 5,11% al 0,5% a partir de septiembre para blindar la factura doméstica de la cotización disparada del megavatio hora (MWh) en el mercado mayorista. “Con anterioridad a la drástica reducción del tipo, el incremento en el impuesto devengado y, por tanto, en los ingresos no fue tan intenso, además de por el desfase que se produce entre el consumo y la facturación –explica el fisco– porque en la factura intervienen otros elementos que suavizan el impacto de la subida de precios en el mercado mayorista y porque el porcentaje de consumidores que están en el mercado libre es elevado”.

Otros impuestos

De hecho, la recuperación económica se nota muchísimo más en otros impuestos. El de la cerveza bate máximos históricos con más de 40 millones de euros tras un ascenso anual del 21,3%, seis veces por encima del alza en la recaudación de la electricidad. También subió el del alcohol (15,7%), hasta los 16 millones de euros. Los impuestos medioambientales disminuyeron su contribución un 2,3% (36,7 millones) y el aplicado al carbón aumentó un 29% (17,7 millones) por el encendido temporal de la térmica de As Pontes.

Entre los grandes gravámenes, el IRPF recaudó un 8% más en la comunidad (3.401 millones); el IVA elevó sus ingresos un 9% (2.904 millones); y Sociedades dejó atrás el desplome de 2020 y se disparó un 67,8% (1.373 millones).

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