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Nodosa encabeza un proyecto con Siemens para fabricar un remolcador de hidrógeno

Buscará incluirlo en el Perte naval | Pymar, Asime, Puerto de Marín, CT Ingenieros, DNV y la UVigo participan en la iniciativa “H2 Tug” | El presupuesto alcanza los 40 millones de euros

Los portacontenedores para Groenlandia, listos. A la espera de contratos de nueva construcción, Nodosa Shipyard se encuentra finalizando los barcos que figuran en su cartera de pedidos. Con los trabajos avanzados en la draga de Canlemar firmada hace un año, el astillero entregó este mes el primero de los portacontenedores para Royal Arctic Line, el Arpaarti Arctica. El segundo, Tilioq Arctica, se entregará en breve. | GUSTAVO SANTOS

El Consejo de Ministros aprobó el pasado martes el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte) de la industria naval, un sector que vive un momento difícil como el resto de la industria por el alza de los precios y que lleva meses arrastrando una caída de pedidos, cuya firma es a cuentagotas y con grandes diferencias entre astilleros. Por ello, los 1.460 millones de euros en inversión aprobados (de los que 310 millones procederán del sector público) suponen una inyección de ilusión entre las empresas, que ya se preparan para darles el mejor uso posible. Nodosa Shipyard, el astillero de Marín, ha tomado buena nota y ya prepara un golpe de efecto con el que captar parte de los fondos: lidera un proyecto para el diseño y fabricación de un remolcador a base de hidrógeno. El presupuesto, todavía pendiente de concretar, rondaría los 40 millones de euros.

Según pudo saber FARO, la atarazana ha liderado la creación del consorcio H2 Tug, una iniciativa en la que cuenta con la importante participación de Siemens y Pymar (Pequeños y Medianos Astilleros en Reconversión), que precisamente presentaron un programa para el sector en España (junto a Navantia) cuando se anunciaron los fondos COVID. El consorcio, ya cerrado, incluye a CT Ingenieros, a un grupo de investigación de la Universidad de Vigo con experiencia en temas de hidrógeno (más relacionados con la automoción) y a la entidad certificadora DNV, cuyo papel será fundamental a la hora de crear la nueva reglamentación que demandará un barco de este tipo.

La idea del astillero es la de acceder a parte de los fondos del Perte para diseñar y construir un remolcador de puerto propulsado con hidrógeno a través de dos tecnologías, por combustión y por pila de hidrógeno. La intención es de la de formar parte de la transición que ya están liderando las Autoridades Portuarias hacia una reducción de las emisiones de CO2 de los buques y de las operaciones en los puertos, en la que los remolcadores son piezas esenciales.

Por el momento, el consorcio está trabajando en una fase muy inicial, elaborando la memoria del proyecto, por lo que el tamaño del buque está por determinar. De hecho, esto estará delimitado por la propia tecnología, es decir, por los pesos y espacios que precisará esta novedosa tecnología.

Estas definiciones marcarán también el presupuesto final necesario, si bien las fuentes consultadas adelantan que la estimación ronda los 40 millones de euros.

Además de los miembros del consorcio, como entes colaboradores están la patronal del metal Asime (también impulsor de la idea) y el Puerto de Marín, donde se ubica el astillero. El buque sería un prototipo que servirá para demostrar su viabilidad y su futuro comercial.

En Europa ya ha habido proyectos que buscan incorporar el hidrógeno a los buques, principalmente relacionados con el transporte de pasajeros a pequeña escala.

En cuanto a remolcadores, ha habido propuestas similares. En 2019 el Puerto de Amberes (Bélgica) encargó la fabricación de uno, denominado Hydrotug. A finales del año pasado empezó a operar en un río de Alemania el Elektra, creado por el astillero Hermann Barthel tras un consorcio iniciado en 2016. Y recientemente se encargó el Hydrogen One, en EE UU, en el que participa la firma ABB y que incorpora también metanol.

En España, el País Vasco, por ejemplo, están desarrollando el proyecto Hazitek. Liderado por Astilleros Murueta, y en el que también participa Siemens, busca crear un buque que sirva como laboratorio de energías limpias.

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