A pesar de los cambios en la industria del automóvil para descarbonizar la economía y ofrecer soluciones de movilidad neutras en carbono en la UE, la Asociación de Fabricantes Europeos de Automóviles (ACEA) defiende el motor de combustión interna, que seguirá siendo una solución para la movilidad “durante muchos años” ante la necesidad de adoptar muchas medidas políticas “coherentes” frente a la transición energética, especialmente para el transporte por carretera.

En el documento sobre la Directiva de Uso de Energías Renovables (RED, por sus siglas en inglés) publicado el pasado diciembre se abordaba brevemente un número limitado de cuestiones relativas a la Directiva de calidad de los combustibles (FQD) que están en esa propuesta. Por eso, la asociación propone ahora mejorar los parámetros clave de la gasolina y el diésel para controlar mejor la calidad y reducir las emisiones contaminantes de los vehículos antiguos y nuevos.

Los fabricantes también rechazan la propuesta de aumentar el gasóleo de B7 –contiene un 7% de biodiésel– a B10 –en este caso, el porcentaje sube hasta el 10%– y, en su lugar, ampliar la posibilidad de mezclar más componentes renovables, como el aceite vegetal hidrotratado (HVO). La asociación apuesta por introducir medidas para detener el uso de compuestos nitrogenados, utilizados para aumentar el octanaje de forma barata, porque causan problemas en los motores. El documento introduce la posibilidad de añadir un nuevo anexo en la Directiva sobre calidad de los combustibles para establecer los parámetros de calidad clave del combustible de transporte a base de metano para la última generación de estos motores.

ACEA asegura que garantizar la máxima calidad del combustible y la coherencia en toda la UE es el motor clave de la FQD para satisfacer las necesidades de los clientes. “La actual es demasiado permisiva, así que hay que darle más fuerza asegurando que los combustibles especificados estén obligados a venderse en toda la UE”, señala. Reconoce que la aceptación de muchas de sus peticiones y propuestas técnicas puede resultar difícil en el debate de codecisión sobre la Directiva de calidad de los combustibles que forma parte de la propuesta de las energías renovables. La propuesta de la Directiva sobre la calidad de los combustibles “debería modificarse en el marco de la codecisión para que la Comisión Europea tenga una tarea y un calendario bien definidos para presentar enmiendas a la Directiva –añade–, esta vez en relación con la calidad, utilizando el procedimiento jurídico adecuado”.