La Xunta ha acudido en la defensa de la constructora coruñesa Puentes y Calzadas ante su conflicto con el Gobierno de Lituania. Según avanzó El Confidencial, la república báltica ha negado el contrato de una obra pública a Grupo Puentes por considerarla una amenaza para la seguridad nacional debido a su elevado capital chino. China Road and Bridge Corporation (CRBC) controla dos tercios del accionariado de la firma gallega.

Según esta publicación, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha enviado una carta a la embajada de Lituania en España para hacer constar que Puentes es una empresa gallega, con sede en Sigüeiro, y que no hay motivo para vetarla en las obras públicas del país. A preguntas de este medio, la Xunta no desmintió la información, si bien evitó dar más explicaciones.

El veto de la firma coruñesa por su capital chino le ha hecho perder la adjudicación de un contrato ferroviario por valor de 63 millones de euros para construir un puente sobre el río Neris. La compañía es especialista en este tipo de obras y había conseguido ponerse en primer lugar con la oferta más económica. Según ha trascendido, fue la revisión del comité de seguridad nacional la que le retiró el contrato. Grupo Puentes declinó ayer hacer declaraciones.

Puentes y Calzadas mantiene tanto su sede social como sus oficinas centrales en Sigüeiro, en el municipio de Oroso, y continúa con el mismo equipo gestor al frente desde la entrada de China Road en el capital de la compañía, en junio de 2020. Esta operación se realizó con la idea de dar más músculo financiero a la firma para proseguir en su proceso de internacionalización. Grupo Puentes inició en 2007 su apertura al exterior y opera en diez países de cuatro continentes, con una cartera de proyectos valorada en unos 300 millones de euros.