Parafraseando el ingenio del francés Jules Renard, uno de los escritores del siglo XX más alabados, el director general de Sabadell Gallego pone el foco en el papel protagonista de la banca en la sociedad. “Como él dejó escrito –recuerda Pablo Junceda–, lo que verdaderamente distingue al hombre de los otros animales son las preocupaciones financieras”. Hablar del sector es “hablar de dinero, pero también de muchas otras cosas que inciden en nuestro día a día”, según el también director general adjunto del Grupo Sabadell, de ahí que el pronóstico de su futuro vaya más allá de “una simple disquisición económica, financiera o empresarial”.
¿Y cómo serán los bancos que vienen? La pandemia demostró que los vaticinios pueden tener las piernas muy cortas y, a la vez, deja cambios profundos en el comportamiento de la gente, incluida su relación con una actividad que recorre su propia “travesía del desierto” desde la doble recesión. En la crisis actual, “la banca está claramente del lado de la soluciones –destacó Junceda en el arranque de su coloquio ayer en el Círculo de Empresarios de Galicia–, un buen punto de partida para pensar en un gran futuro por delante”. Pero con una “reconversión” de por medio y un aviso: “La sociedad ya no acepta empresas o empresarios, bancos o banqueros que hagan todo por dinero”.
Sin cambios, en el sector “estaríamos abocados a la desaparición”. Rotundo, el director general de Sabadell Gallego avisa que el actual modelo de negocio de la banca “ya no es rentable” por el cambio “real, que constatamos cada día” en el comportamiento del cliente con la “aceleración” de la transición digital. Construir “una banca más eficiente y rentable” no puede ser un reto en sí mismo. La “verdadera prioridad”, sostiene Pablo Junceda, es que sea “eficaz, eficiente y útil a las personas y, de paso, dar rentabilidad a los accionistas”.
La caída en picado del ROE es común al global del sector en el mundo, aunque en España “sí es especialmente exagerado” el “exceso de capacidad instalada”, en referencia a las oficinas bancarias aún abiertas, herederas “de aquel mundo de locura donde todos éramos ricos”. Desde aquellos años previos al estallido de la burbuja inmobiliaria, tampoco paró de bajar “la venta” de financiación. Hasta que llegaron la pandemia y los préstamos “con el apoyo y fortaleza” del ICO.
Modelo híbrido
Con los datos de principios de esta semana, el 70% de los clientes se relacionan con el grupo Sabadell por medios digitales. Ante los empresarios presentes en la cita, Junceda les planteó qué harían ellos para asegurar la sostenibilidad de su negocio, “como si el fabricante de la colonia Varon Dandy no se plantease una alternativa”. “Nosotros –respondió– apostamos claramente por un modelo híbrido de la inmediatez y la comodidad digital y el valor añadido de lo presencial para las personas que quieran tratar con una persona antes que con una máquina”.
Tampoco augura mucho recorrido a las entidades que no inviertan en Inteligencia Artificial. Los datos serán “el ladrillo” de la banca digital, hasta el punto de que las entidades sabrán “más que los propios usuarios de sí mismos”. “Es importante la sensatez y que todos tomemos conciencia del valor de los datos”, subrayó, teniendo en cuenta la protección “con plena seguridad, rigor y confidencialidad” por parte de la banca convencional, frente a lo que hacen “otras actividades”. Por eso Junceda exigió el mismo trato normativo para los nuevos competidores, como las fintech.
Sostenibilidad
El alto directivo del Sabadell cree que el efectivo va camino de la casi extinción, al igual que cualquier negocio que dé la espalda a “criterios ambientales y sociales”. “Las hipotecas en franjas costeras inundables serán más caras”, puso como ejemplo de la importancia que la banca da a la inversión verde en sus carteras. “Ya lo dije en otra ocasión: solo en una sociedad inclusiva basada en la dignidad humana, la igualdad y el uso sostenible de los recursos pueden prosperar nuestros clientes y es el único camino para que los bancos recuperen el crédito perdido”, dijo.
