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Tavares alerta que la incertidumbre con la crisis de los chips se alarga hasta 2023

Carlos Tavares.

Stellantis prosigue con su lucha diaria para tener los microchips suficientes y continuar fabricando vehículos. Los paros en las plantas de producción, como sucede en Vigo, son un quebradero de cabeza que ha obligado tanto a este grupo como al resto a encontrar soluciones a la escasez de semiconductores, tanto para ahora como para el futuro. Así lo explicó en una rueda de prensa el propio CEO de Stellantis, Carlos Tavares, que señaló una fractura entre las proveedoras de los microchips y los fabricantes de coches, además de alertar de una incertidumbre que se alarga ya no solo hasta 2022, sino que se va ya a 2023.

En unas declaraciones realizadas en Detroit y recogidas por Bloomberg, Tavares criticó la escasez de chips sufrida por las empresas. “Se suponía que nosotros, la industria automotriz, estábamos protegidos por nuestros Tier 1 de este tipo de situaciones”, comentó Tavares.

A su juicio, la discusión se centra en una pregunta que lanzó a estas proveedoras: “¿Qué estás haciendo de tu lado para asegurarte de que esto no vuelva a suceder?”.

Consciente de que las dificultades en el suministro se extenderán a los próximos meses, Tavares apostó por firmar el acuerdo con la taiwanesa Foxconn, anunciado ayer, para cubrir el 80% de sus necesidades de semiconductores con la creación de cuatro nuevas familias de chips para el sector de la automoción. “Muchos de mis compañeros [en la industria] pueden decirles que la visibilidad para 2022 y 2023 sigue siendo muy limitada”, resumió el patrón del grupo formado tras la fusión de PSA y FCA. De hecho, esta misma argumentación fue parte de la empleada por la dirección de la planta viguesa para la presentación del ERTE de cara al próximo año.

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