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El “Evrima” sube al dique para trabajos de pintura seis meses después de abandonar Barreras

El crucero, ya izado en el dique seco de Astander en Cantabria.

Y seis meses después de abandonar Vigo precipitadamente sin otra razón que no fuese llevarse el barco de Barreras, el Evrima ha subido, al fin, a dique en Santander para los trabajos de pintura en el casco. El barco (como se puede observar en la imagen que acompaña a esta información) permanecerá en seco hasta finales de octubre, cuando será botado de nuevo al mar para continuar con la instalación de equipos en el muelle de armamento. Mientras, los propietarios de Barreras y su nuevo equipo gestor, la consultora Kroll, siguen sin repartir los 23 millones de euros de subvención que el astillero vigués recibió del Gobierno para afrontar los costes de construcción del crucero entre las auxiliares, a las que según las cuentas anuales a la centenaria atarazana de Beiramar esta les debe casi 19 millones de euros (18,8 millones, exactamente).

Los trabajos en seco en el casco durarán hasta finales de octubre

El izado estos días del Evrima constata la mentira esgrimida desde el principio por la propiedad de Barreras para sacar el buque de Vigo: que los trabajos de pintura del Evrima, que históricamente –por falta de instalaciones adecuadas en Vigo– Barreras solía encargar a otros astilleros de España y Portugal iban a comenzar de inmediato. El barco salió de Vigo el 15 de marzo y llegó cinco días después a las instalaciones de Astander, en Cantabria. Pero han tenido que pasar casi seis meses para que el crucero pudiese subir al dique, un tiempo en el que la dirección de Barreras ha continuado con trabajos a pie de muelle en Astander que perfectamente se podrían haber realizado en Vigo.

La propiedad del astillero sigue sin repartir los 23 millones de subvención para pagar a las auxiliares

Ahora sí, el Evrima mudará de color en una operación que no se completará hasta la última semana de octubre, según fuentes del sector naval consultadas. De lo que nada se sabe es del reparto de los más de 23 millones de euros que Barreras debe pagar, todavía, a las auxiliares.

Sin devolución de las deudas

Y es que, el pasado 5 de agosto el Gobierno destinó esa cantidad al astillero H. J. Barreras, la cual iría dirigida a solventar sus deudas con las auxiliares. Estas fueron quienes realizaron los trabajos de la construcción del Evrima. Además, el astillero incluye en la misma deuda a algunas entidades financieras.

En la primera reestructuración del crucero Barreras abonó la mitad de las facturas pendientes, y dejó la otra mitad para la entrega del buque. Este hito tendría que haberse producido una vez el Evrima estuviese acabado, pero no fue así; el crucero pasó a manos del armador casi en ese mismo momento, cuando otra de las empresas del entramado de Oaktree, Cruise Yacht 1, se hizo con él a cambio de evitar la quiebra de Barreras.

Otra entidad que entra en juego es Aris Rosen, que también intervino en la operación financiera del ferri, que nunca se empezó. Con todo, el pago de sus últimas facturas –amontonadas entre junio de 2020 y marzo de 2021– no está amparado o garantizado por el acuerdo de reestructuración.

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