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La industria gallega se enfrenta a una subida de la electricidad de hasta el 40%

Panorámica general de los astilleros en Beiramar.

La nueva tarifa de la luz diseñada por el Gobierno no deja indiferente a particulares y ni a empresas. Más allá de esas polémicas lavadoras a horas intempestivas, el precio de la electricidad ya arrastraba una subida a niveles nunca vistos el pasado mayo. La industria gallega debe afrontar el golpe teniendo en cuenta que el principal coste de su recibo corresponde con la energía consumida, mucho más que por cargos y peajes. En todo caso la nueva tarifa de la luz tendrá un impacto directo en las cuentas del sector industrial gallego, que verá como su factura de la electricidad se “elevará entre un 30% y un 41%”, dependiendo del sector en cuestión, según asegura Enrique Mallón, secretario general de la Asociación de Industrial del Metal (ASIME).

Entra en vigor la nueva factura de la luz

Entra en vigor la nueva factura de la luz Agencia ATLAS | Foto: EFE

La subida podría rozar un repunte de hasta el 41% comparando los precios de antes y después del 1 de junio, según apuntan las compañías asociadas, que ponen de relieve que el cambio se produce en un momento “en el que el precio de la luz se encuentra en máximos históricos”. La asociación gallega ha recibido con “desagrado el incremento de precio de la electricidad”, apunta Mallón, que es determinante para la productividad de la industria del metal en Galicia.

Los sectores más afectados por este tarifazo serán los más intensivos en electricidad: el de la automoción, aeronáutico, naval, grandes estructuras y fundiciones. En este sentido, Mallón subraya que el precio de la luz por tramo horario se sitúa en sus niveles máximos en los tramos de más actividad para la industria: entre las nueve de la mañana y las dos de la tarde y entre las cuatro y las ocho de la tarde. “Realmente, es una mala noticia porque va a lastrar la competitividad de las empresas”, coincide Mallón son los representantes sindicales del sector.

Los más impactados serán la automoción, la aeronáutica, el naval y la fundición

Se suma a la lista de compañías afectadas, la industria agroalimentaria, especialmente la de las cámaras frigoríficas y las conserveras, que apuntan altos consumos energéticos, enumera el responsable de Industria de UGT- Vigo, Rubén Pérez. Está claro que esta medida “repercute en la facturación de la empresa”, subraya César Rodríguez, responsable de naval de CIG. “En Galicia estamos produciendo buena parte de la energía y no tenemos beneficios, no sólo a nivel particular sino a nivel empresarial”. En un paso más, Pérez, defiende que el Gobierno tiene que acabar de completar el “marco de medidas para que llegue una solución real y aflojen estas subidas tan pronunciadas que los precios de la electricidad vienen marchando los últimos años”, sugiere.

España es de los países más industrializados en los que el recurso eléctrico es más caro, subraya Mallón. “Debemos apoyarnos más en las renovables siempre y cuando eso produzca un abaratamiento de las fuentes de energía de nuestras industrias”, opina. Aquellos consumidores con Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC) y discriminación horaria (la más rentable hasta el momento), dice el portavoz de Asime, pasarán de tener unas 10 horas valle a una combinación de hora llana y punta considerablemente más cara. Según sus estimaciones, la factura anual podría aumentar hasta un 12%, unos 75 euros al año.

La tormenta perfecta

El precio de la electricidad ha seguido una senda ascendente en lo que va del año empujado por los costes tanto de los derechos de emisión de CO2 como del gas natural. Esta tormenta perfecta ha propiciado que se encareciera la producción de electricidad en las centrales de ciclo combinado de gas. La escasa producción renovable y nuclear ha avivado la dependencia de esta tecnología energética y propiciado que marcara los niveles de coste de la electricidad en el mercado mayorista. El precio medio en mayo se situó un 200% por encima del mismo mes del año pasado, considerando la caída de los precios derivados del parón económico por la pandemia.

A principios de este mes entró en vigor la nueva factura de la luz. A nivel industrial, su impacto dependerá del perfil de consumo y del nivel de tensión al que esté conectada la industria. Según los cálculos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), la parte regulada de la factura antes de impuestos aumentará para las industrias conectadas en redes de distribución entre el 3% y el 12% y disminuirá para las industrias conectadas en redes de transporte, aproximadamente el 3% de los peajes actuales que concentran el 21% de la factura.

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