Además de las razones obvias, empezando por la existencia de viento de calidad y continuo, profundidades asumibles y zonas aptas para su implantación sin interferir en otras actividades, Iberdrola se decanta por la comarca de A Mariña para su desembarco en España con la eólica marina porque al otro lado de los dos parques que proyecta a unos 15 kilómetros de la localidad de San Cibrao hay demanda suficiente de electricidad y fabricantes capaces de afrontar el desafío tecnológico. Y ninguno de los dos es un requisito baladí. A la espera de una solución para la venta a la Sepi y los deberes de renovación pendientes del equipamiento interno y el agotamiento de la balsa de lodos, el precio de la energía condiciona el futuro de la planta de Alcoa, la mayor electrointensiva del país. ¿Qué capacidad de producción tendrán los dos complejos offshore previstos por Iberdrola en Galicia? “Cubrirían de sobra la demanda de la factoría de aluminio e incluso compensaría el hueco que deja libre la central térmica de As Pontes”, apuntan fuentes conocedoras del proyecto, todavía sin publicar en el Ministerio para la Transición Ecológica, donde inició el trámite de impacto medioambiental.
Sí se puede consultar ya el otro complejo de offshore flotante que el grupo presidido por Ignacio Sánchez Galán quiere levantar en Gran Canaria. Tiene 238 megavatios (MW), la mitad que los dos gallegos, y su generación anual neta ascenderá a entre 1.050 y 1.170 gigavatios/hora (GWh) “en función de la posición final” de los 17 aerogeneradores de 14 MW que formarán el parque. Las condiciones de viento en esa zona, la zona suroeste de la isla canaria, no son muy diferentes a las de la costa luguesa, por lo que la producción de los dos parques contemplados aquí superarían de largo los 4.000 GWh, más del 25% de todo el consumo de electricidad en Galicia durante el pasado 2020.
“La construcción de un parque marino lleva asociada la fabricación de diversos elementos, entre los que destacan los aerogeneradores, la cimentaciones flotantes, los cables submarinos y los sistemas de anclaje y fondeo”, explica Iberdrola en el proyecto del parque canario de San Borondón. Detrás de las turbinas, por ejemplo, hay “un conglomerado de empresas que suministran componentes al subcontratista principal de aerogeneradores”. Las palas, las góndolas y las torres y los subcomponentes de estos elementos “serán producidos probablemente en diferentes instalaciones, donde se esamblan los elementos principales”. La compañía recuerda que Canarias carece en este momento “de las infraestructuras adecuadas” para fabricar en paralelo las 17 plataformas flotantes semisumergibles –que es la variante elegida para sostener los molinos– y apunta como solución industrial a “la vertiente Atlántica”. Menciona expresamente a Navantia en Puerto Real y en Fene por su experiencia previa en las jackets fabricadas para sus parques en aguas alemanas, francesas y británicas y los encargos de offshore flotante para los parques Kinkardine, WindFloat y Hywind.
“En fases más avanzadas del proyecto se podrá analizar la capacidad y disponibilidad de estas y otras instalaciones para evaluar la posible estrategia constructiva de plataformas flotantes –desgrana Iberdrola–. Cabe la posibilidad que, debido al volumen de fabricación, sea necesario realizar la fabricación de dichos elementos en varios astilleros simultáneamente”. Con ese escenario se trabaja, según pudo confirmar FARO, en el caso de los dos parques de San Cibrao y San Brandán, que, dada su potencia, requerían movilizar a buena parte de la industria gallega y del resto de la cornisa cantábrica ligada a la eólica.
"Cabe la posibilidad que sea necesario realizar la fabricación de dichos elementos en varios astilleros simultáneamente”
Es posible que el primer paso en Gran Canaria sea una planta piloto de 50 MW que posteriormente se iría incrementando hasta un total de 238. ¿Será también así en Galicia? Las fuentes consultadas por FARO no lo descartan, aunque sostienen que la intención es que los dos complejos de San Cibrao entren en fase comercial desde el primer momento porque el potencial del recurso lo permite. La gran apuesta tecnológica requeriría, como ya adelantó Iberdrola, el apoyo de los fondos europeos del Next Generation.
La Xunta se resiste a hablar de proyectos
Hace solo un par de semanas y con motivo de la presentación pública del estudio de la plataforma de empresas de eólica de Asime con el potencial para el sector offshore en Galicia, el vicepresidente económico rompió el silencio del Ejecutivo regional sobre el sector: “Galicia debe liderarlo”. Ayer, tras conocerse el camino emprendido por Iberdrola para el informe de impacto de dos parques en San Cibrao, una de las zonas destacadas por el informe de las empresas del metal, Francisco Conde rechazó hablar de proyectos. “Estamos en un contexto de desarrollo de la eólica marina que la Xunta entiende que tenemos que posicionarnos, pero en estos momentos estamos hablando de sentar las bases del futuro del sector, no estamos hablando en ningún caso de proyectos en concreto”, remarcó, con la petición a “identificar los condicionantes”.
