El aumento de las consultas en agencias inmobiliarias y el creciente rastreo online auguran buenas expectativas para el sector en Galicia. El frenazo al mercado residencial por la crisis provocada por el estallido del COVID en marzo de 2020 parece haber tocado a su fin y ya se empieza a notar el interés por hacerse con pisos nuevos, tanto para comprar como para alquilar. Pero estas operaciones se concentran en 38 concellos –las ciudades y los municipios limítrofes– mientras que en el resto de municipios apenas se registran nuevos propietarios o inquilinos. Desde la patronal inmobiliaria dibujan unas “perspectivas positivas” para el segundo semestre del año, periodo en el que esperan un aumento de la demanda del 5%, sobre todo de vivienda nueva, tanto para compra como para arrendamiento. “Eso, sí, la práctica totalidad de la demanda y de las operaciones se traduce en las siete áreas urbanas –Vigo, Pontevedra, A Coruña, Lugo, Ourense, Ferrol y Santiago– pero en el resto de ayuntamientos de Galicia las operaciones son residuales”, apunta el presidente de la Federación Gallega de Empresas Inmobiliarias (Fegein), Benito Iglesias.
Aunque los empresarios del sector reconocen que es difícil hacer una previsión en un contexto sanitario y económico aún muy complejo, apuntan que la estimación para el último semestre del año parte de la estabilidad que generará el cumplimiento del plan de vacunación. “La posición de partida es mucho más sólida y sin el exceso de oferta de una década. Si se suma el revulsivo de los fondos europeos en materia de vivienda, esto dará un importante impulso al sector”, destaca el presidente de la patronal inmobiliaria gallega.
Frente al tirón de la vivienda nueva en Galicia, el sector revela una fotografía muy diferente para los pisos y casas de segunda mano. “Surgirán nuevas oportunidades para adquirir inmuebles a un menor precio, ya que habrá muchos propietarios que deseen vender sus casas para atender urgencias de liquidez o por diversas razones”, destaca Iglesias, al tiempo que apunta que esto implicará una “rebaja sustancial” en el precio de la vivienda usada.
La evolución del sistema urbano de Galicia ha derivado en un marco administrativo-territorial que se refleja en dos indicadores básicos de seguimiento de la realidad urbana: la población y el parque de viviendas. Estos factores dibujan una comunidad de dos velocidades entre lo urbano y lo rural, pero que a su vez marca un desequilibrio territorial entre sus áreas urbanas.
Vigo y A Coruña, que aglutinan la mayoría de la viabilidad económica, social y demográfica de Galicia y más del 70% de las operaciones de compraventa y arrendamiento de vivienda, son y seguirán siendo el principal atractivo para potenciales compradores y arrendatarios. En ambas ciudades, según augura el sector, la demanda y el precio girarán al alza por el creciente interés y una oferta de viviendas de nueva construcción insuficiente para atender esa demanda.
En el otro extremo están las áreas de Ourense y Ferrol, con una “gran debilidad demográfica y económica” que les “hace perder el tren de un futuro competitivo y atractivo inversionista por la falta de compromiso y planificación económica y que las lleva a un desequilibrio territorial que se hace crónico y casi irreversible al no ser capaces de retener y atraer población”, según advierten desde Fegein. Esto las convierte en las zonas con más viviendas vacías, no solo de Galicia sino de España. “Es un serio aviso con un pronóstico de debilidad con una proyección negativa a medio y largo plazo”, concluye el presidente de la patronal.
Propuestas
Con la vista puesta en los jóvenes, que cada vez tienen más complicado el acceso a una vivienda, los empresarios inmobiliarios urgen un Plan Vive gallego que permita poner en el mercado de la comunidad inmuebles en venta a precios ventajosos ya que -advierten- muchos menores de 35 años no pueden acceder a una vivienda por su salario o su situación personal mucho menos asumir el 20% del precio que se solicita como entrada.
Desde Fegein apelan a la colaboración público privada en materia de vivienda, de manera que la Xunta aporte los suelos, licitándolos mediante concesión a cambio de un canon y de la aplicación de una limitación en el cobro de las rentas para que estos inmuebles se comercialicen a precios asequibles. ”Así, se solucionaría una parte del problema de acceso a la vivienda que existe hoy en Galicia; y en concreto en A Coruña y Vigo”, reivindica Iglesias.
En la lista de propuestas de la patronal inmobiliaria para dinamizar el sector también destacan las concesiones de dominio público a terceros para que estos ejerzan la actividad de promoción de viviendas protegidas en régimen de propiedad con precios más reducidos que los del mercado.
