La naviera francesa Brittany Ferries cuenta con una flota de doce buques. Uno de ellos, el Galicia, visitó ayer el puerto de Santander; realiza la ruta semanal entre la dársena cántabra y Portsmouth. Pasó apenas tres horas en el muelle Almirante. Pero el Cap Finistère, de la misma compañía, recalará durante bastante más tiempo en suelo de esa comunidad.
Literalmente, porque subirá al dique seco (o drydock) número 1 de Astander el 9 de mayo, según pudo confirmar FARO. Es una parada programada, durante la cual el barco, de 204 metros de eslora, será sometido a trabajos de remodelación (refitting).Es el sexto buque que ocupa uno de los dos diques del astillero (Grupo Astican) desde la salida de Vigo del crucero ultrapremium Evrima: por allí han transitado el cementero Cristina Masaveu, los quimiqueros Guyenne, Morning Star y Giancarlo D y el ferri Kalliste. Con la construcción 1705 de Hijos de J. Barreras en el muelle, viendo el trajín de embarcaciones y operarios pasar. Este escenario se prolongará durante al menos once semanas más: el Evrima no tiene previsto ser sometido a los trabajos de pintura, los que motivaron a priori su despedida apurada de Beiramar, hasta mediados de julio.
Cuando el barco de ultralujo esté en el drydock, y siempre y cuando se cumpla este calendario –contrastado con tres fuentes próximas al astillero de Santander–, habrán pasado más de seis meses desde que la propiedad de Barreras remitió la petición formal de ayudas públicas a SEPI y Xunta. Transcurrido ese plazo “sin que se haya dictado y notificado resolución expresa [por parte de la administración], se entenderá que la solicitud ha sido desestimada”, reza el Real Decreto-Ley 25/2020, que articula los requisitos del fondo de solvencia, al que Barreras ha solicitado unos 30 millones de euros. Otros 8 millones tendría que ponerlos Xesgalicia (Xunta), a través de un préstamo participativo. La inyección de liquidez en el astillero, propiedad de Cruise Yacht OpCo –utiliza The Ritz-Carlton Yacht Collection como marca comercial–, no podría desbloquearse sin que Barreras pueda “demostrar su viabilidad a medio y largo plazo [...] describiendo la utilización proyectada del apoyo público”. La construcción 1705 es su único proyecto en ejecución.
Actividad
Los trabajos en Astander siguen siendo muy reducidos, en lo que concierne al crucero. Hasta la localidad de El Astillero se han desplazado trabajadores de Barreras o electricistas –subcontratas de Team Electric–, sin que la cifra de operarios a bordo supere la quincena. Para la atarazana cántabra, al margen del canon por el amarre en su muelle, el Evrima le ha reportado de momento pocos ingresos. Varios containers de material, tanto del crucero como de auxiliares, están repartidos en el área de almacenamiento de Astander. La última –y cuarta– fecha ofrecida por The Ritz-Carlton Yacht Collection para el viaje inaugural del buque es el 10 de noviembre. Ha de realizar primero, además de completar las tareas pendientes de construcción a bordo y la pintura exterior, las pruebas oficiales de navegación. El hecho de que el Evrima haya tenido que ser remolcado a dique seco es una circunstancia totalmente excepcional, ya que se aprovechan estas rutas siempre para estas pruebas. Pero cuando la dirección de Barreras programó la travesía el puente de mando no estaba conectado a la propulsión del barco.
Entre tanto, la plantilla del astillero en Vigo continúa con las medidas internas de ajuste; no se ha planteado un expediente de suspensión de empleo (ERTE), pero se han adelantado vacaciones, aplicado un canje de horas (tiempo por tiempo) y cancelado los contratos del personal eventual. Tampoco han comenzado los trabajos de desguace de los cruceros de Havila Kystruten, que quedaron a medio hacer en julio de 2019 tras impagos de la naviera noruega. Este proyecto dejó en las auxiliares un copioso reguero de deudas, que la propia Barreras ha cifrado en 9,581 millones de euros. Varias de ellas han reclamado judicialmente para reclamar el pago de, al menos, 1,6 millones. Un juzgado ha desestimado la solicitud de cautelares a instancia de proveedoras del astillero, que pretendían bloquear el desguace de los barcos hasta que no se saldaran las facturas pendientes. El astillero apenas ingresará un millón de euros con la venta de la chatarra.
El astillero reportó pérdidas de 14 millones el año pasado a Pemex
A finales de 2013, el gigante Petróleos Mexicanos (Pemex) suscribió un acuerdo que se materializó en la compra del 51% de Hijos de J. Barreras. Incluía otros puntos que no llegaron a materializarse: la construcción de un atunero, tres buques tanque y la transferencia de tecnología al naval azteca. Sí se construyó un flotel, el Reforma Pemex. Pero la operación fue un fiasco para la compañía estatal: la Auditoría Superior de la Federación abrió un expediente contra los promotores de la compra (Emilio Lozoya, Carlos Roa y José Manuel Carrera Panizzo) al considerar que la entrada en Barreras había sido irregular. Pemex entregó el pasado julio los “derechos corporativos y económicos derivados del 51% de su participación” a Cruise Yacht YardCo. Con todo, y a pesar de ingresar 5,1 millones por estos títulos, y otros 8,4 en concepto de garantías, la inversión en el astillero de Vigo reportó a la petrolera pérdidas por 340,59 millones de pesos (14 millones de euros, al tipo actual de cambio).
La propietaria del barco asume el control de una naviera canaria
Naviera Yacht 1 era, hasta agosto del año pasado, una agrupación de interés económico (AIE) con domicilio social en Santa Cruz de Tenerife. Una mercantil gestionada por Banca March que había participado en múltiples operaciones financieras vinculadas a la construcción de barcos. Joyería Tous llegó a figurar entre los socios, tal y como se desprende de la documentación del Registro Mercantil. Pero desde el 3 de septiembre tiene un nuevo accionista único: Cruise Yacht 1. Es una de las sociedades vinculadas a Hijos de J. Barreras, ya que depende de la propietaria del astillero (que utiliza The Ritz-Carlton Yacht Collection). Y, sobre todo, es la propietaria del crucero de ultralujo Evrima desde que se aprobó, hace un año, el acuerdo de refinanciación que evitó la quiebra de la atarazana. El administrador único de Naviera Yacht 1 es Douglas Prothero, presidente ejecutivo de la propia Barreras.
