La Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) tiene un nuevo patrón. El vigués Juan Manuel Vieites, hasta la fecha reconocido por su larga trayectoria como secretario general de la patronal conservera Anfaco-Cecopesca, emprende a sus 68 años todo un “desafío”, como él mismo definió: rescatar a la CEG de su cisma interno y volver a unir al empresariado de la comunidad. Tras recabar el apoyo de casi el 90% de los 179 vocales con derecho a voto, Vieites aspira a que “todo funcione como un reloj” dentro de la confederación. En esta entrevista define sus primeras estrategias y la visión sobre el papel de la CEG para este año tan convulso debido a la crisis económica y sanitaria derivada de la pandemia del COVID.
–¿Cómo han transcurrido estas primeras 24 horas al frente de la CEG? ¿Alguna medida?
–Efectivamente. Ya he dado una serie de indicaciones al equipo profesional que hay en la CEG de cómo trabajar de cara al futuro y de cómo quiero que esta confederación se convierta en una organización fuerte y representativa con ese consenso y apoyo de todos. Desde ese punto de vista en cierta medida busco construir entre todos y que sea el referente que se necesita en el mundo empresarial. Ya sé que estaban abiertas muchas heridas, que creo que se están cerrando, pero creo en la inteligencia del empresariado para unir y colaborar por el bien común. Buscar una mejora económica y social de Galicia es un imperativo de primer orden y la CEG está por encima de las personas.
–¿Cuestiones de gobernanza, como dijo en su discurso?
–Sí. Lo primero es conocer la casa, al personal y sus competencias, para poder sacar de ellos lo máximo y que todo funcione como un reloj. Para la semana convocaremos el comité ejecutivo y la junta directiva de la confederación para tratar cómo será la gobernanza en sí. También intentaremos convocar reuniones al máximo nivel con los responsables de las consellerías y el presidente de la Xunta, a los que presentaremos un dosier con las medidas que vamos a impulsar.
“Estaban abiertas muchas heridas que creo que se están cerrando”
–Repite mucho los conceptos de consenso y sanar heridas.
–Porque es necesario darle una dinámica nueva a la representación empresarial. Estoy convencido de que avanzaremos juntos, de que en cierta medida hubo que pacificar la situación y, en definitiva, de que es necesario dignificar la casa de los empresarios. Con paciencia estratégica, he ido trabajando desde hace tres semanas o un mes con los apoyos que he ido recibiendo del empresariado. Necesitaba un esfuerzo y un trabajo mayor por tarde de todos y creo que hemos conseguido con la votación el reforzar la imagen del empresario, actores importantísimos de creación de riqueza y empleo.
–¿Que fuese el único candidato y que además alcanzase casi un 90% de los apoyos escenifica esa “pacificación” de la que habla?
–Yo creo que sí. Estaban abiertas muchas heridas y hubo que cerrarlas. Hay que seguir cosiéndolas de la manera adecuada, pero hay que retomar con ilusión y liderazgo lo que representa la CEG.
–Habla de un mes trabajando y recabando apoyos. ¿Se encontró también reticencias en el camino?
–La verdad es que no. Me dejaron las manos abiertas para actuar, todo fueron apoyos de las provinciales y sectoriales, lo que significaba que la persona que optaba al cargo tenía conocimiento del asociacionismo empresarial, en lo que creo, y que podría ser un buen presidente. Eso me animó y me ilusionó para llevar adelante este cometido, que es también un acto de valentía.
“Si no confiase en cumplir el mandato entero, no me hubiera presentado”
–Cita la valentía y viendo los cortos mandatos anteriores la pregunta es obligada, ¿confía en cumplir entero el mandato?
–Totalmente. Si no fuera así no me hubiera presentado. Creo en los empresarios, en las confederaciones provinciales, sectoriales y en su palabra. Bajo la libertad de empresa, defensa de la libre competencia y la unidad de mercado tenemos una oportunidad impresionante. Sobre todo con los fondos de recuperación, los Next Generation, aunque no exclusivamente. Hay otros plurianuales de la UE que hay que saber aprovechar. Hay vulnerabilidad e inseguridad en estos momentos, pero entre todos, proponiendo medidas adecuadas, cambiaremos hacia ese nuevo modelo de economía que viene para quedarse. También necesitamos perfiles profesionales adecuados para que las empresas puedan llevarlo adelante.
–¿Tienen ya proyectos concretos para esos fondos COVID?
–Algunas de las organizaciones sectoriales y provinciales están dinamizando proyectos, no solo dentro de esos 108 que maneja la Xunta. Queremos estimular a los agentes empresariales para que presenten proyectos de inversión en las tres grandes prioridades que la propia UE y España quieren acometer: la transición digital, la ecológica y la reindustrialización. Estos fondos no son para gastos corrientes y aún estamos en el período de identificar proyectos. Faltan por saber los parámetros, aún existen muchos interrogantes. Es una oportunidad para actuar y fortalecer el tejido empresarial gallego que no podemos perder.
“Los fondos COVID son una oportunidad para fortalecer el tejido empresarial”
–Una de sus grandes apuestas es renovar la imagen de la CEG, ¿qué tiene pensado?
–Se necesita fortalecer lo que es la comunicación, la visualización y la imagen del CEG por todos los avatares que ha vivido últimamente. La CEG seguía trabajando y es de agradecer todo lo hecho ante la incertidumbre, la falta de presidente y una vulnerabilidad en cuanto a liderazgo. Ahora toca retomar la ilusión y renovar la imagen, con mayor presencia en los medios de comunicación, quizá a través de algún profesional más o gabinete, además de la persona que tenemos ya con las redes sociales. También en lo tocante a la presentación de medidas adecuadas ante las administraciones y agentes sociales, que juegan un papel fundamental. Vamos a centrar todos los esfuerzos en llevar adelante lo que el empresario necesita.
–¿Compaginará su cargo con el de secretario general de Anfaco?
–Es un sector que conozco muy bien y en el que puedo seguir aportando el conocimiento que tengo. Aunque internamente hemos hecho nuestros movimientos. Creo que es bueno pensar que de cara al futuro existan renovaciones con el apoyo del conocimiento que tengo. Tenemos un secretario general adjunto en la organización, que es un apoyo para la secretaría general, y por eso me permito compatibilizar ambos cargos en este momento e ir delegando cuestiones que prácticamente llevaba en primera persona. El relevo en Anfaco, en el futuro, lo marcará la propia junta directiva de la patronal, su asamblea general y los empresarios a los que me he debido durante 42 años.
“Con inteligencia podremos saber aprovechar el ADN que hay en la CEG”
–Señaló que lo primero que hará será ver cómo está la CEG por dentro, ¿teme encontrar algo que no le cuadre?
–No. Es una buena noticia que se aprobasen las cuentas de 2018 y 2019, nos faltan aprobar los del 2020, algo que será inmediato. Tenemos que estar al día y eso significa tener transparencia en toda la parte económica y procesos en los que estamos inmersos. Además, tenemos que estar codo con codo con los empresarios, por eso pretendo potenciar de una manera relevante el Consejo Asesor, que emane de ella las soluciones para tratar problemas y presentarlos ante las administraciones para logra medidas adecuadas. Es un trabajo que tenemos que hacer, pero lo primero es poner la casa a funcionar. Y tenemos grandes profesionales, pero siempre hace falta un jefe. Creo que con inteligencia podremos saber aprovechar el ADN de la CEG.
–Hablando de ese jefe, ¿ya ha elegido al que será el secretario general?
–Si, está elegido y hablado con las confederaciones provinciales y sectoriales. Ahora tienen que aprobarlo los comités internos de la CEG a través de su comité ejecutivo y su junta directiva. A partir de ahí daremos el nombre, pero ya digo que será una persona con experiencia, talento y capacidad para movilizar para que la representación del empresariado sea de primer nivel.
–¿Será también vigués?
–Lleva ya muchos años en el sur de Galicia, pero es de la zona norte.
