La resignación cunde entre las asociaciones de la Confederación de Empresarios de Pontevedra (CEP). El último esperpento vivido con las elecciones de la semana pasada en la patronal gallega, con la dimisión de José Manuel Díaz Barreiros apenas 48 horas después de ser elegido, han generado “otro desgaste más” en la credibilidad de la organización que ha provocado que el nuevo amago de escisión anunciado por la CEP el pasado lunes sea, más que nunca, “una posibilidad real”.
Los órganos colegiados pontevedreses opinan que la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) “precisa un giro de 180 grados” para evitar que las provinciales acaben “yendo cada una por su lado”, creando “reinos de taifas” en los que “saldría perdiendo todo el empresariado de la comunidad”. Por ello, apuestan por dar “una última oportunidad”, lanzar un “último esfuerzo de reconciliación” en estos 14 días (hoy ya una docena) que se han dado para tomar una decisión y en los que esperan que se selle el “pacto de caballeros” anunciado por el presidente de la CEP, Jorge Cebreiros, de cara a las próximas elecciones. Lo que aseguran las asociaciones consultadas por FARO es que, de no conseguir “tender estos puentes” necesarios, Pontevedra acabaría tomando la decisión de seguir en solitario.
“Ahora lo más importante es que se convoque una reunión del comité ejecutivo”
Las opiniones de los miembros de la CEP van más o menos en el mismo sentido, avisando de la necesidad imperiosa de cambios sustanciales en la mayor organización empresarial de la comunidad para asegurar la viabilidad de las nuevas elecciones y, por ende, del futuro de la patronal.
“La CEG necesita cambiar de rumbo, una refundación casi desde todo punto de vista”
“Tenemos que ver qué ha fallado e intentar que no vuelva a suceder, de lo contrario estaría herida de muerte”, opina el secretario general de la patronal conservera Anfaco-Cecopesca, Juan M. Vieites. De forma similar habla el secretario general de la Federación Gallega de Parques Empresariales (Fegape), David Sobral. “Ahora lo más importantes es que se convoque una reunión del comité ejecutivo; la presidencia de la CEG es importante”, avisa.
“No he visto nunca una cohesión en Pontevedra como hasta ahora”
Sin embargo, las organizaciones creen que debe haber cambios profundos. “Es necesario hacer una reflexión de donde estamos y hasta donde estamos dispuestos a ceder”, explica el presidente de ARVI, Javier Touza. A su juicio, la CEG “ha tocado fondo” y precisa “tomar una decisión: salir de este marasmo o desaparecer”.
“Se puede optar por una fórmula solo con las provinciales y experimentar con ella”
Desde la patronal del transporte Asetranspo creen incluso que “lo ideal sería que algunos dieran un paso a un lado en la CEG”. “Luego será necesario cambiar cosas que parecen poco democráticas, como la delegación de voto”, añade su presidente, Ramón Alonso.
“Si no está a la altura es lógico que la CEP reconsidere su pertenencia a la CEG”
“Debe convocarse el órgano de gobierno competente, es decir la junta directiva, para que se adopten acuerdos por unanimidad cuanto antes y resolvamos esta situación”, apela el secretario general de la patronal del metal de ámbito gallego Asime, Enrique Mallón, que cree que “es cuestión de transparencia y respeto hacia todos los vocales de la CEG”.
En solitario
Los comicios para intentar volver a tener un presidente –el primero desde enero de 2018– se realizaron de forma telemática (desde el viernes 20 de diciembre) y presencial (previsto para el 24), pero la retirada a última hora del candidato vigués Pedro Rey provocó la elección por aclamación de Díaz Barreiros. Superado el proceso electoral la CEP –y organizaciones sectoriales– solicitó el escrutinio, que una vez analizado el pasado lunes con los vocales del Comité Directivo y de la Comisión Permanente de la confederación provocó el debate sobre la escisión.
“Muchos se plantean si sirve de algo estar en una organización de este tipo”
En el encuentro los vocales en mayor o menor medida se posicionaron sobre esta posibilidad pese al período de reflexión de dos semanas comunicado por la CEP. Desde la salida de Alvariño [presidente de la CEG hasta 2015] esto ha sido un caos y muchos se plantean si es necesario pertenecer a una organización de este tipo. La salida es una posibilidad real”, señala el presidente de los hosteleros de Feprohos, César Sánchez-Ballesteros.
Salvo el responsable de Fegape, que entiende como “respetable, normal y acertado el proceder de la CEP”, pero apuesta por “mantener la calma” sobre una posible salida, el resto de responsables consultados dejan claro que la posibilidad está ahí. Mallón, por ejemplo, estima que “si la CEG no está a la altura es lógico que la confederación pontevedresa reconsidere su pertenencia a la CEG”, y añade: “igual que lo están valorando varias organizaciones sectoriales”.
Como recuerda en responsable de Asime, la CEP “está en una buena situación económica, de proyectos y de actividades útiles para las organizaciones que la integran”, de ahí que las organizaciones que la forman apuesten por su fortaleza también en solitario. “Aquí se optó por arrimar un poco el hombro para que todo funcionara de otra manera. Creo que se está consiguiendo y en la CEG podían aprender un poco de lo que se hizo aquí”, apunta Ramón Alonso, que identifica la “fórmula” de las provinciales como una opción con la que se puede “experimentar” si finalmente se deciden por la salida. “Aunque todo el empresariado gallego saldría perdiendo”, recuerda el secretario general de Asetranspo.
Desde el potente sector mar-industria de la comunidad, con ARVI y Anfaco a la cabeza, la opción pasaría por un “cambio de rumbo” antes de llegar a ese extremo. “Creo que necesitamos hacer un último esfuerzo de reconciliación; si eso no es posible, nos hemos comprometido a seguir cumpliendo la función en Pontevedra como hasta ahora y afianzarnos”, explica Javier Touza, que asegura no haber visto nunca “una cohesión en Pontevedra como hasta ahora”. “La CEG necesita cambiar el rumbo, una refundación casi desde todo punto de vista”, indica por su parte Vieites. El secretario general de la patronal conservera prefiere ser cauto en cuanto a la escisión, pero cree que la CEG “ha quedado muy tocada” y duda de si finalmente se “amainarán los vientos”.
La convocatoria electoral desata otra polémica
De acuerdo a los estatutos que todavía rigen para la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG), la convocatoria de elecciones debe ser validada por el comité ejecutivo de la organización, y ratificada a continuación –con el censo electoral– por la junta directiva. A última hora del martes, la patronal gallega difundió un comunicado en el que avanzaban la decisión de citar a los vocales para elegir presidente, con una fecha definida: 15 de enero. Esta determinación partió de la junta de vicepresidentes, de acuerdo a la misma nota de prensa, conformada por los máximos responsables de A Coruña (Antonio Fontenla), Pontevedra (Jorge Cebreiros), Lugo (Jaime López) y Ourense (Marisol Nóvoa).
“La junta de vicepresidentes ha decidido poner en marcha un nuevo proceso electoral, con aprobación, por mayoría, de que se celebre Asamblea General Electoral el día 15 de enero del año próximo”, reza textualmente el comunicado. FARO consultó con el departamento de prensa de la CEG sobre la legitimidad de este órgano –consultivo– para convocar unos comicios, sin respuesta. La nota no clarifica si alguno de los cuatro presidentes provinciales votó en contra de esta decisión, toda vez que solo hace referencia a una “mayoría”. En las pasadas elecciones, tras la que resultó elegido José Manuel Díaz Barreiros, A Coruña, Lugo y Ourense unieron sus fuerzas en favor del ourensano, que dimitió a los dos días.
