Han pasado 22 días desde que Hijos de J. Barreras, acuciado por los problemas de tesorería y para evitar una demanda de concurso necesario, se acogió al artículo 5 bis de la ley concursal. Y, salvo algunos mensajes cruzados -aludiendo incluso a un pacto inminente para su venta-, no se ha materializado el acuerdo que garantice su viabilidad. Ni entre los accionistas, duramente enfrentados, ni con la única compañía que se ha propuesto asumir la propiedad y la gestión. Son tres actores -Petróleos Mexicanos (Pemex), José García Costas y The Ritz-Carlton Yacht Collection- a los que aludió ayer el conselleiro de Economía, Francisco Conde, tras una pregunta formulada por la diputada socialista Begoña Rodríguez Rumbo. "Necesitamos información del astillero, del armador y la industria auxiliar" para trabajar, expuso. Eso sí, cualquier planteamiento ha de ser "concreto y realista" a fin de alcanzar un "acuerdo rápido". La falta de datos acerca de la situación económica real de Barreras, el sobrecoste del crucero para Ritz-Carlton y qué hoja de ruta prevé ejecutar la naviera -con el respaldo financiero del fondo Oaktree- no solo consume los días, sino también las posibilidades de entregar el buque a tiempo y evitar el concurso.
La guerra accionarial sigue incandescente por más que se hayan celebrado casi media docena de reuniones bilaterales y consejos de administración en las últimas tres semanas. Hoy se celebra otro, de nuevo con los mismos objetivos sobre el papel: "avanzar mucho" y dejar la venta "encaminada". Es una cita a la que no se espera que acudan presencialmente los tres responsables de Ritz y Oaktree (Douglas Prothero, JP Salazar y Andreas Krämer), que ayer seguían de viaje en América, según fuentes próximas al astillero. Son los únicos que, de momento, han logrado interactuar satisfactoriamente con Pemex, accionista mayoritario que pretende recuperar lo invertido antes de descabalgarse de su aventura en el naval vigués. ¿El pero? Ritz considera que Barreras no vale nada y, a su vez, rechaza la continuidad de García Costas en la empresa. Y, así como Prothero ha marcado como prioridad la entrega "a tiempo" del crucero Evrima, Xunta, Pymar, entidades financieras, sindicatos y auxiliares desconocen la existencia de cualquier proyecto para poder conseguirlo. "No tenemos ni una línea". Es un lamento unánime, que quedó también patente en el encuentro celebrado este martes en la Consellería de Economía (a la que no asistió CC OO, como publicó ayer FARO, y que no obstante se mostró dispuesta a participar "en cuantas reuniones hagan falta").
En tanto la situación no se desenquista -Barreras tendrá que instar la antes conocida como suspensión de pagos el 2 de febrero, si no sella un plan de rescate- continúan parados los dos buques de Havila Kystruten, cruceros valorados en 300 millones de euros y cuyos bloques acumulan polvo desde julio. Se dieron "hasta" tres semanas para buscar soluciones alternativas a Barreras si ésta no clarifica su situación financiera; ya ha pasado una. Fuentes cercanas a la naviera noruega se refirieron a la posibilidad de articular "garantías de reembolso", asumidas por Xunta o entidades financieras, para retomar ambas construcciones, relajar las tensiones de caja y dar de paso oxígeno a la industria auxiliar. Pero con la amenaza de concurso es complicado, apuntan desde las entidades, que se pueda materializar un paso similar.
Las subcontratas mantienen encuentros casi permanentes -dentro de la plataformas articulada por Asime, por ejemplo-, y adolecen de la misma falta de información que casi todos los demás actores. "Estoy muy preocupado. Vemos que la situación se agrava y que las auxiliares dicen que están en situación límite. Necesitan una solución", valoró por su parte el regidor vigués, Abel Caballero, que acusó a Alberto Núñez Feijóo de no procurar una solución. "Quien trajo a los ejecutivos de Pemex para que se hicieran cargo de Barreras fue él. ¿Dónde está la Xunta?".
