El trance por el que pasan las centrales térmicas de As Pontes o Meirama, el astillero Barreras, Alcoa o Ferroatlántica marcó ayer el cara a cara entre el presidente de la Xunta y los portavoces de la oposición, con momentos algo más tensos de lo habitual. Los partidos minoritarios no dudaron en hablar de una crisis industrial en Galicia, mientras que Núñez Feijóo la circunscribió solo a la rama de la energía y culpó de ella al Gobierno central. "No es una política de transición energética, es de desmantelamiento; es un disparate", censuró justo un día después de que en compañía de la ministra de Industria, Reyes Maroto, visitara la planta de Alcoa, cuya continuidad depende básicamente de la aprobación de un estatuto de las electrointensivas que rebaje el precio del kilowatio.

El presidente de la Xunta recriminó que el Ejecutivo de Pedro Sánchez no avance en el estatuto, porque "cada minuto que pase" sin este régimen especial de suministro eléctrico, avisó Feijóo, "es un minuto que Alcoa está más cerca del cierre". Se mostró además convencido de que la política industrial del Gobierno es puramente "ideológica" en la que no tiene cabida la industria de alto consumo energético.

Pero la oposición tiene otra lectura bien distinta de los problemas por los que están pasando determinadas empresas. Tanto Antón Sánchez (Grupo Común da Esquerda) como la portavoz de del Bloque, Ana Pontón, atacaron a Feijóo por "echar balones fuera" y practicar el "escapismo político", por lo que le exigieron que "ejerza" como presidente de Galicia.

Por su parte, el secretario xeral del PSdeG, Gonzalo Caballero, le animó a "gobernar" dando un "giro completo a su gestión", no sin antes buscar a Feijóo las cosquillas ideológicas tratando de identificarlo con el PP al que "molesta" que exhumen a Franco del Valle de los Caídos pese a que se reivindica como defensor de la "centralidad". Además, le soltó que no tiene ni idea de política económica y le recomendó estudiar los manuales.

El presidente le afeó, por hablar de Franco, hacer "bromas" con los trabajadores de factorías en riesgo en Galicia. "El problema es que usted solo sabe hacer mítines y no autocrítica por 16 meses nefastos de política industrial socialista", reprobó.