La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha pedido revisar la regulación estatal y autonómica para eliminar los requisitos o limitaciones sobre las gasolineras automáticas que "no sean verdaderamente necesarios", así como para lograr "una mayor homogeneidad normativa" ya que considera que la mayor presencia de los conocidos como surtidores desatendidos provoca una reducción de los precios. En un informe sobe el efecto competitivo de la entrada de gasolineras automáticas en el mercado de distribución minorista de carburantes, el regulador señala que este tipo de estaciones de servicio tienen potencial para introducir en el mercado más competitividad "beneficiando a consumidores y usuarios".
Galicia, junto a otras regiones del norte como Asturias o Cantabria, es de las comunidades autónomas con menos estaciones de servicio automáticas, con tan solo media docena y, en la actualidad, al menos dos peticiones para crear la que sería la primera en la provincia de Pontevedra: en Mos y Baiona, ambas de la marca Plenoil, cuyas estaciones de servicio se concentran en el centro del país y el Levante.
El grupo Plenoil forma parte de la Asociación de Estaciones de Servicio Automáticas (Aesae), que denuncia que la implantación de estas gasolineras está siendo muy desigual en España y apuntan a que es en el norte donde hay más dificultades para que el negocio prospere.
Competencia es de la opinión de que incrementar la red de gasolineras sin personal haría que los precios de los carburantes fueran más competitivos. Es decir, que bajaran. Para reforzar esa hipótesis el organismo realizó una investigación sobre la influencia que habían tenido estos nuevos operadores sobre los precios del combustible en Madrid. La diferencia fue notable. Las fantasma eran hasta un 16,9% más baratas, lo que supuso que "los precios de las estaciones cercanas se redujeran", provocando un ahorro de entre 15 y 24 millones de euros para los consumidores de las gasolineras tradicionales.
Tras la publicación del informe de la CNMC, el presidente de la Aesae lanzó un duro mensaje contras regiones como Galicia, que a su juicio "seguirán defendiendo los intereses del oligopolio en detrimento de los consumidores". Y es que la asociación urge a Competencia que reactive la denuncia que interpuso contra España ante la Comisión Europea por su inacción ante la proliferación de normas autonómicas contra el desarrollo de estos surtidores fantasma.
En el otro lado de la balanza están las gasolineras tradicionales. El presidente de la Federación Gallega de Estaciones de Servicio (Fegaes), Benigno Redondo, explicó a FARO que "en el caso de Galicia ya se demostró que lo que hizo bajar el precio fue otra cosa". "Desde que se igualó el Impuesto Especial sobre Hidrocarburos Galicia ya no está entre las más caras y ha bajado seis o siete puestos", concretó Redondo.
A su juicio, "la Xunta está intentando legislar para que se garantice la seguridad para los usuarios" y recordó que en la comunidad el servicio "es casi al 100% atendido".
Agilidad
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, alertó en noviembre del año pasado que los concellos tenían que ser más "ágiles" a la hora de tramitar la apertura de nuevas gasolineras. Para ello, se envió una circular de "buenas prácticas" con la que elevar el número de establecimientos.
La medida surgió tras un análisis de la propia CNMC en la comunidad, en el que reflejó que Galicia disponía de "pocos operadores" y que la situación de sobrecoste que sufren los consumidores es anormal. Sin embargo, desde 2015 Galicia abre una media de una gasolinera nueva al mes.
Benigno Redondo - PRESIDENTE DE FEGAES
"En Galicia el precio bajó al igualar el impuesto sobre hidrocarburos"
