Cuando Nodosa se quedó con Factoría Naval de Marín, en 2014, asumió parte de la plantilla del extinto astillero, además de los activos industriales. Fueron 22 los empleados subrogados en esta compañía, una de las que más han contribuido por cierto al liderazgo de Galicia en la industria española de construcción naval. Pero este escenario, que es por el que han apostado desde la Xunta a la patronal metalúrgica Asime, no se reproducirá con Factorías Vulcano. Al menos si cristalizan los planes de Enrique Rodríguez de Dios, el economista elegido para dirigir el plan de liquidación. Porque ayer, en las instalaciones de Teis, el administrador judicial -cuenta con Diego Comendador como auxiliar delegado- comunicó al comité de empresa que su intención es aplicar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para los 73 trabajadores del astillero.
En tanto no se presenta este expediente la plantilla no irá por el astillero, sino que tendrá vacaciones o permisos retribuidos con cargo al Fondo de Garantía Salarial (Fogasa). En principio, los despidos no se ejecutarán hasta septiembre. A la entrega del ferri Villa de Teror, el último pedido de la factoría, los trabajadores percibieron las nóminas adeudadas y la extra de junio, de modo que la empresa no ha incurrido todavía en deudas laborales. "El administrador pretende rebajar al máximo los costes", por eso el personal que permanezca durante las próximas semanas en Vulcano será el "mínimo imprescindible".
Planes
La intención de los sindicatos era de plantear un ERE temporal para mantener plantilla adscrita al astillero en espera de un eventual traspaso de la unidad productiva a otra empresa. Esta medida se completaría con prejubilaciones para más de la mitad del personal, de modo que el futuro comprador se quedaría con una veintena de empleados. Pero no es la vía que expuso Rodríguez de Dios. "No aceptamos el ERE de extinción", avanzó el responsable de Industria de UGT-Vigo, Rubén Pérez. "La unidad productiva debe mantener los puestos de trabajo, no pueden separarse las dos cosas. Si la reunión con la Xunta ya era urgente -la solicitaron el pasado lunes-, ahora debe celebrarse de inmediato y al más alto nivel", agregó.
Respecto al futuro de la concesión portuaria -expira en diciembre de 2027-, ésta se mantendría en caso de que el liquidador optase por la transmisión de la unidad productiva. Aquí, una empresa podría comprar Vulcano sin asumir ninguna de las deudas, más allá de los pasivos laborales, y disfrutaría de la concesión durante el mismo plazo. Si se opta por un proceso de liquidación simple -la venta de los activos del astillero, de forma individual, sin que nadie compre la unidad productiva-, la concesión se daría por extinguida. La Autoridad Portuaria de Vigo podría obligar a Vulcano a "retirar fuera del espacio portuario los materiales, equipos o instalaciones desmontables" para hacer posesión del espacio.
