Primero fue Emilio Lozoya, otrora mandamás de Petróleos Mexicanos. Y ahora le ha tocado el turno a Carlos Roa y José Manuel Carrera Panizzo, hombres de confianza del primero y vinculados también al desembarco del coloso azteca dentro del capital de Hijos de J. Barreras. Lozoya está acusado de mordidas, cohecho, prevaricación o enriquecimiento ilícito por haber validado el pago, presuntamente, de un negocio ruinoso para Pemex. Uno de tantos. En su caso, por el pago de 500 millones de euros para la construcción, en 2013, de una planta de fertilizantes que nunca llegó a funcionar y que está tasada en apenas 50 millones. Lo han relacionado también con la extensísima red tejida por la constructora Odebrecht, que habría abonado 10,5 millones de euros al exejecutivo en sobornos. En ningún caso la investigación se cierne sobre el astillero vigués. Tampoco en los casos de Roa y Carrera Panizzo.

Sobre estos dos sobrevuela otro perjuicio millonario en las cuentas de Pemex y, en consecuencia, sobre el erario público mexicano. Roa fue uno de los tres consejeros que la petrolera tuvo de inicio en Barreras, junto con José Luis Hernández Andalah (jubilado) y el propio Carrera Panizzo. En su caso se le señala por el fraude Fertinal, también por la compra de una planta de fertilizantes al borde de la quiebra. "Emilio Lozoya Austin y sus asesores Édgar Torres Garrido y Carlos Roa Rodríguez fueron en Pemex los principales protagonistas del fraude en la compra de Fertinal", dice textualmente un texto remitido al Senado mexicano por parte de la diputada Dolores Padierna Luna. ¿Qué dice el Libro Blanco de Pemex, un boletín de auditoría que se ha convertido en una crónica de corruptelas? "En diciembre de 2015, cuando Pemex adquirió la empresa, ésta presentaba pérdidas en su flujo mensual por 12 millones de dólares. Fertinal técnicamente estaba en quiebra". Roa -durante su etapa de vinculación con Barreras era el coordinador de asesores del gigante azteca de los hidrocarburos- se convertiría en presidente del consejo de administración; antes de la venta, los expropietarios de Fertinal (vinculados a Fabio Covarrubias Piffer) se habían repartido dividendos por más de 38 millones de euros.

Otra compra

Carrera Panizzo fue, además de consejero en el astillero vigués, director de Pemex Comercio Internacional y delegado de la petrolera mexicana en España cuando se firmó la construcción de los floteles (2013). En su caso le ha salpicado la adquisición de otra compañía, Agro Nitrogenados. Operación, por cierto, de la que tampoco se escapa Roa. "Pemex formalizó la compra de la planta de fertilizantes con equipo incompleto, en mal estado y no utilizable, con 30 años de antigüedad y 14 años fuera de operación. El 60% de las instalaciones se encontraban en condición de chatarra", dice el mismo escrito de la diputada Padierna, del Grupo Parlamentario de Morena. La planta -ubicada en Coatzacoalcos, Veracruz- llevaba 14 años parada, pero eso no impidió que Pemex validara la compra por 475 millones de dólares. "La planta nunca funcionó. Lo que si funcionó fue el pago exorbitante que Alonso Ancira recibió (275 millones) por una planta obsoleta, abandonada, incompleta y derruida, que había dejado de funcionar 14 años atrás. El gran perdedor fue Pemex, el erario público y la ciudadanía".

Emilio Lozoya fue despedido de Pemex en 2016. Tras su salida -fue reemplazado por José Antonio González Anaya, conocido en México como el hombre de las tijeras por su experiencia en la aplicación de recortes en empresas en crisis- abandonaron el consejo de administración de Barreras tanto Andalah (por jubilación) y Carlos Roa. Carrera Panizzo permaneció más tiempo. Fue reemplazado por David Armando Palacios, entonces director corporativo de Alianzas y Nuevos Negocios de Pemex.