Inditex, el grupo textil gallego que durante décadas se caracterizó por "democratizar la moda" en el mundo, ha dado un paso más en su estrategia global. Ahora el objetivo es democratizar la "calidad". Más de treinta veces pronunció ayer la palabra "calidad" su presidente, Pablo Isla, durante la presentación del ejercicio 2018. "Estamos realizando una apuesta muy fuerte por la calidad en nuestros productos, en las tiendas y en el posicionamiento online", afirmó Isla. Y tanto el pasado año como el próximo y el actual son "muy relevantes" en la consolidación de esta meta "apasionante" basada en "sorprender a nuestros clientes por la calidad".

El cuidado del detalle empieza a cobrar más peso en el discurso de la multinacional que la profusión de datos cuantitativos. Es lo lógico en una compañía que lanza su primera colección de prendas vaqueras personalizables, promueve un nuevo comedor y un gimnasio en su sede central para "mejorar el día a día de nuestra gente, cada vez hay más haciendo deporte a mediodía", introduce de forma progresiva la ecoeficiencia en todos sus procesos y rememora la "humildad" del origen. "Nacimos en 1975 con una tienda en A Coruña y seguimos teniendo mucho de aquella cultura, de la atención que caracteriza a la pequeña empresa. No nos olvidemos nunca", comentó Isla.

Es aquí donde el grupo Inditex ha decidido trazar su camino, sabedor de que el futuro ya no pasa por crecimientos de dos dígitos, sino por unas cuentas "muy sólidas que garanticen un avance "sostenido" en todas sus áreas. Y así ha sido en su último año fiscal, entre el 1 febrero de 2018 y el 31 de enero de 2019, en que la firma registró su mayor beneficio neto: 3.444 millones. Esto supone un incremento del 2% respecto al ejercicio anterior.

Las ventas alcanzaron un "nuevo máximo histórico", hasta los 26.145 millones, un 3% más, mientras que el resultado bruto de explotación (Ebitda) se situó en 5.457 millones de euros.

Pese al aumento del beneficio y de las ventas, se trata del menor crecimiento de las ganancias tras los ejercicios 2008 y 2013, cuando aumentaron un 0,2% y un 1% respectivamente, y también de la facturación desde que la compañía salió a bolsa. Uno de los motivos está relacionado con un impacto divisa de 3,3 puntos debido a la "depreciación de muchas monedas respecto al euro". Aún así, el margen bruto mejoró 39 puntos básicos, creciendo un 4% hasta los 14.816 millones de euros tras mantener las políticas no promocionales.

Con estas cifras, el grupo Inditex amplía la distancia con sus máximos competidores en la lucha por el cetro de la moda, como H&M, Uniqlo o Gap.

Por países, España aportó el 16,2% de las ventas del grupo, una décima menos que un año antes; Asia se mantuvo en el 23,2%, Europa (sin España) subió del 44,9 al 45,1% y América bajó un décima y concentró el 15,5%. Por cadenas, Zara y Zara Home facturaron 18.021 millones de euros, el 3,2% más; Pull&Bear 1.862 (+6,6%); Massimo Dutti 1.802 (2%); Bershka 2.240 (0,5%); Stradivarius 1.534 (3,6%); Oysho 585 (2,6%) y Uterqüe, 101 millones (4,1%).

Zara Home

Respecto a la decisión de Inditex de agrupar el reporte de Zara y Zara Home debido a las sinergias emergentes entre ambos conceptos, el presidente de Inditex comentó que "la idea a futuro es considerar a Zara Home como una cuarta sección de Zara". Según Isla, la intención es ir incorporando productos de Zara Home en las tiendas de Zara, aunque también se mantendrán establecimientos independientes como ya sucede con Zara Kids.

El objetivo del grupo es maximizar el impacto operacional y de gestión de la marca combinando la plataforma de venta online y en tienda. La compañía espera un lanzamiento progresivo de producto de Zara Home en la página web de Zara en algunos mercados a partir de la campaña de otoño/invierno.

La contribución fiscal total de Inditex superó los 6.166 millones en 2018 en todo el mundo. De estos, 2.764 millones fueron resultado de la actividad directa a nivel global de las sociedades del grupo, mientas que algo más de 3.400 millones fueron recaudados por Inditex por diferentes conceptos, como el IRPF, impuestos sobre propiedades o medioambientales. En España, la contribución total de Inditex alcanzó los 1.692 millones de euros el pasado año, sumando impuestos propios y recaudados.

Por otra parte, Inditex lideró ayer las pérdidas del Íbex con un 4,45% -su mayor caída desde su anterior presentación de resultados, en diciembre pasado-. En concreto, los títulos de la firma registraron una caída del 5,4% en la apertura de la sesión al poco de conocerse los resultados anuales del último ejercicio, que concluyó al cierre con un descenso del 4,4% a un precio de 25,1 euros.