De las dos medidas que iban a encarecer los combustibles en este 2019 solo una entró finalmente en vigor. La que más revuelo armó, centrada en el diésel para homologar su fiscalidad a la de la gasolina, se quedó en el cajón como casi todas las reformas contempladas por el actual Gobierno en el Proyecto de Presupuestos Generales del Estado por falta de acuerdo para sacarlos adelante. La otra, desconocida para muchos, sí está en marcha desde el pasado 1 de enero. El anterior Ejecutivo dejó aprobada la armonización de la tributación autonómica a los carburantes. Ya no hay tramo regional en el Impuesto Especial sobre Hidrocarburos. Es un único gravamen y con el tipo más alto, de 4,8 céntimos por litro. En Galicia pasó desapercibido porque la Xunta llevaba cinco años exprimiendo al máximo el viejo céntimo sanitario desde que decidió su subida a partir de 2014. Esa es la razón por la que la comunidad lideró hasta ahora el ranking de la factura para llenar el depósito del coche y por eso también, una vez eliminado el llamado efecto frontera, baja hasta la sexta posición.

Antes de impuestos, el precio de la gasolina en enero, tras el primer mes de equiparación fiscal, se situó en Galicia en los 0,532 euros por litro y en 0,594 euros el gasóleo, según el informe publicado por el Ministerio para la Transición Ecológica. En ambos casos es el sexto mayor precio del Estado. El quinto si dejamos fuera Baleares, donde el recibo muy condicionado por ser un archipiélago.

Cuando cada comunidad tenía margen para elegir un tipo, Galicia también ocupaba este lugar en el ranking. Pero una vez aplicados los correspondientes impuestos, el tipo máximo impuesto por la Xunta arrastraba a la comunidad al primer lugar de la Península y el segundo de todo el Estado, solo por detrás de Baleares. Ahora se mantiene en el mismo, sin cambios, con el litro de la gasolina a 1,216 euros y el del gasóleo a 1,178 euros.

Pese a reducirse notablemente las diferencias entre unos y otros territorios, Galicia sigue estando entre las regiones con los precios más elevados y acumula un importante sobrecoste frente a la media del país. La gasolina fue aquí un 0,9% más cara que en el conjunto del Estado en enero (1,205 euros) y un 1,7% en el caso del gasóleo (1,158 euros), lo que supone unos 50 euros y un euro, respectivamente, a la hora de llenar un tanque de 50 litros.

Galicia llegó a ser la única autonomía del noroeste con el antiguo céntimo sanitario en vigor tras la decisión de las regiones vecinas de rebajarlo o, directamente, acabar con él. Después de la unificación, Asturias pasa por encima con la gasolina un 1,8% más cara y el gasóleo un 0,2%, según los datos recopilados por el departamento que dirige Teresa Ribera. Castilla y León se mantiene con tarifas ligeramente inferiores a las gallegas: un 0,6% en gasolina y un 0,9% en gasóleo.