Se llama Regina C y, a cierre de esta edición, navegaba frente a la Costa da Morte rumbo al puerto de Fuglafjørður, en Islas Feroe. Un pesquero de 79 metros de eslora y 17 de manga diseño de la prestigiosa oficina técnica Skipsteknisk, la misma que se ha encargado de ejecutar el proyecto del Svea, el oceanográfico que construye Armón Vigo para la universidad sueca SLU. El arrastrero cuenta con una capacidad de congelación de 110 toneladas diarias de gambas del Ártico y está habilitado para 32 tripulantes. La construcción del Regina C proporcionó a Metalships & Docks de 500.000 horas de trabajo; el importe del contrato rondó los 50 millones de euros.

Ha sido uno de los pedidos de gran complejidad técnica en los que se ha especializado el naval de Vigo, que esta semana despedirá también al Taqnia Damman, un oceanográfico de 43 metros de eslora -encargo de Saudi Development and Investment Company- que realizará campañas en el Golfo Pérsico y el Mar Rojo. Y es además el primer pesquero construido por la compañía de Grupo Rodman desde 2001, cuando entregó los barcos Soloyvag y Broegg a la armadora noruega Havfiske Fjrtoft. En esta ocasión el pedido fue de la groenlandesa Niisa Trawl Aps, calificado con una clase DNV GL, la más alta de la clase de hielo del Báltico. Metalships ha iniciado también la construcción del Sea Cloud Spirit, que se convertirá en el segundo mayor crucero a vela del mundo.