Shanghai Kaichuang, propietaria de la conservera viguesa Albo, ha decidido poner en cuarentena el proyecto de construcción de una gran factoría conservera en Zhoushan (este de China), según ha informado a la Bolsa de Shanghái. La compañía ha justificado su decisión por varios motivos. En primer lugar, por la volatilidad de los precios del atún, así como del riesgo de un encarecimiento del acero (que se utiliza para los envases). Por último, la matriz de Albo admite que la demanda de conservas de atún en China es todavía incipiente. "La aceptación de este producto por el mercado todavía está en una fase temprana", y el grupo prefiere descartar un "exceso" en la oferta que empuje los precios a la baja.

Shanghai Kaichuang había iniciado ya una "recaudación de fondos" para sufragar la construcción de esta planta, de 46.000 metros cuadrados. El plazo de ejecución del proyecto se había estipulado en 13 meses, pero ahora no será hasta junio de 2020 cuando la compañía lo retome o aparque de nuevo. A lo que no ha hecho referencia el comunicado enviado esta semana al supervisor bursátil chino es a los planes para construir una factoría en la Plisan, en Salvaterra-As Neves, donde pretendía adquirir un terreno de 70.000 metros cuadrados. No ha definido, por tanto, si los factores que han afectado al proyecto de Zhoushan pueden afectar a la iniciativa que proyecta en suelo gallego.