El ejecutivo Carlos Ghosn fue destituido ayer como presidente de Nissan Motor a raíz de sus supuestas irregularidades fiscales, lo que deja en el aire su liderazgo al frente de la alianza formada por el fabricante nipón y Renault. La dirección del segundo mayor fabricante japonés de vehículos, de la que forma parte Ghosn, aprobó la destitución de forma unánime en una reunión extraordinaria convocada en la sede de Nissan Motor en Yokohama (sur de Tokio), que se prolongó durante cuatro horas. La cúpula directiva "reconoció la importancia del asunto", tras "examinar informes detallados sobre la investigación interna" que reveló las conductas irregulares de Ghosn y de Greg Kelly, otro alto ejecutivo que fue destituido ayer, por no declarar presuntamente parte de sus salarios.